Más de 23.000 españoles viven aún bajo el nombre de Franco

Símbolos franquistas tirados a la entrada de la sede del Gobierno gallego. (M.G)
Símbolos franquistas tirados a la entrada de la sede del Gobierno gallego. (M.G)
Símbolos franquistas tirados a la entrada de la sede del Gobierno gallego. (M.G)

El proyecto de Ley de Memoria Histórica quiere obligar a retirar los símbolos del franquismo a instituciones o particulares. Lo que no queda claro es qué harán las administraciones con los nombres de pueblos y municipios vinculados a la persona del dictador Francisco Franco.

Actualmente al menos 23.338 personas viven en nuestro país en localidades cuyo nombre hace mención expresa a Franco o al caudillo, el título otorgado al general tras imponerse con las armas en la guerra civil. Y no se trata de una denuncia de ninguna asociación, sino de los datos del censo del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2006.

Por toda la geografía

Se trata de los vecinos de nueve pueblos o unidades poblacionales salpicadas por toda la geografía: Llanos del Caudillo (Ciudad Real); Gévora y Guadiana del Caudillo, ambas pertenecientes a Badajoz; Guadalcacín del Caudillo, integrada en Jerez de la Frontera (Cádiz); Bembézar del Caudillo (Hornachuelos-Córdoba); Águeda del Caudillo (Ciudad Rodrigo-Salamanca); Alberche del Caudillo (Calera y Chozas-Toledo); Bardena del Caudillo (Ejea de los Caballeros-Zaragoza); así como Ribadelago de Franco (Zamora).

El actual proyecto de ley habla en su artículo 15 de "símbolos y monumentos públicos" que deben ser retirados si son de "exaltación de la sublevación militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura". Habla de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas, pero no expresamente de topónimos, en este caso, los nombres de ciudades, pueblos o pedanías.

Fuentes parlamentarias consultadas por 20 minutos explicaron que "los ayuntamientos tendrán un mayor margen de actuación", ya que son ellos los que tienen la facultad de revocar el nombre de la localidad. Al margen del legalismo, el proyecto sí explica que las administraciones públicas podrán retirar subvenciones y ayudas a quienes que se opongan a retirar símbolos franquistas.

Calles y plazas

Además, numerosas calles y plazas llevan nombres vinculados a la dictadura como Generalísimo, Millán Astray, Primo de Rivera, Mola... Sin embargo, el principal exponente de esta memoria del franquismo es el Valle de los Caídos, construido por los presos republicanos tras la guerra civil para honrar a los muertos del bando nacional.

En España aún quedan expuestas en la vía pública dos estatuas de Franco, una ecuestre en Santander y otra en Melilla de sus tiempos de comandante de los legionarios.

El paradigmático caso de Ferrol

Uno de los casos más paradigmáticos de los topónimos surgidos del franquismo es el de la localidad coruñesa de Ferrol, en la que nació Francisco Franco.

La ciudad fue rebautizada en plena contienda fratricida, el 30 de noviembre de 1938, como El Ferrol del Caudillo en homenaje al general, que se autoproclamaría poco después jefe de Estado. Durante más de 40 años, la villa recibió esa denominación y no fue hasta el 28 de diciembre de 1982 cuando el Ayuntamiento le devolvió el nombre de Ferrol. El dictador había muerto siete años antes y el PSOE ocupaba el Gobierno por primera vez.

Por otro lado, el Gobierno de Ceuta ha declarado que no destruirá los vestigios de la época de Franco que hay en su ciudad porque son restos históricos «comparables a los romanos».

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