La búsqueda de empleo, angustiosa en un país con casi un 20% de tasa de paro y casi dos millones de hogares con todos los miembros desocupados, obliga en muchos casos a mudarse de residencia para encontrar un trabajo.

En el último año, el 3,9% de los desempleados ha cambiado de municipio de residencia, según la última Estadística de Movilidad Laboral y Geográfica que ha publicado este miércoles el INE. Es decir, apenas 188.900 personas sin empleo han decidido empacar la maleta hacia otra localidad, del total de 4.791.400 parados que existían en el primer trimestre del año, el período analizado por el INE.

Supone, sin embargo, dos décimas más que el año pasado. Y se rompe así una tendencia que había sido decreciente desde 2010, cuando un 5,6% de los parados se había mudado de localidad. Un cambio de rumbo que coincide con el hecho de que 2015 fue el año que registró el mayor crecimiento económico desde antes de la crisis (3,2%) y dejó 533.186 ocupados más entre la población activa española. "Es evidente que ha aumentado la oferta laboral y que la gente ha empezado a moverse más», apunta a 20minutos  Mª Luisa Sánchez, directora de Movilidad de Adecco.

Actualmente, dos tercios de los casi cinco millones de parados existentes en España viven en un municipio distinto al de su origen: el 35,1% se ha mudado dentro de la misma provincia, el 14,5% ha llegado desde otra comunidad y el 13% desde el extranjero. Pero el tercio restante (1.603,6 millones de parados, un 33,5%), nunca se ha mudado. "El 18,9% de los parados que rechazan nuestras ofertas alegan que no quieren mudarse", explica Sánchez.

El porcentaje, además, ha aumentado en los últimos años desde el 31,3% que suponía en 2010. Y en el último año ha crecido además cuatro décimas y el motivo es que la reducción del número total de parados ha sido más acusada en ese período (653.200 parados menos) que el recorte entre los parados que no han cambiado de residencia (-200.000). De ahí, el incremento en el porcentaje.

Especialmente sedentarios en los últimos cinco años han sido los parados extremeños (el 91,3% no ha cambiado de domicilio), andaluces (86,4%), asturianos (85,1%) y riojanos (84,9%), mientras que los desempleados más nómadas fueron los baleares (el 72,8%), navarros (73,7%), vascos (76,4%) y catalanes (76,6%).

"Es muy contradictorio, las regiones con menos movilidad son precisamente las que menos empleo generan", argumenta la directora de Movilidad de Adecco. El Banco Central Europeo (BCE) recomendó precisamente en un informe de 2014 que se "aumente la movilidad interregional" para "afrontar el elevado desempleo a escala local" y evitar que los niveles de paro se conviertan en "estructurales".

El aspecto cultural podría estar detrás de la baja movilidad del parado español: "En EE UU es muy común coger a la familia y mudarte a otro estado: aquí echamos raíces, compramos casa en vez de alquilar, hay más arraigo", dice Mª Luisa Sánchez. Sin embargo, la portavoz de Adecco advierte que vira la tendencia. "Los millenials tienen otra mentalidad, se mueven más".

La movilidad de los ocupados, por otro lado, se ha estabilizado en los tres últimos años. En 2016 se elevó al 2,5% (452.800 personas) el porcentaje de los ocupados que cambiaron de residencia en el último año. Y como pasa con los desempleados, fueron los jóvenes y los extranjeros los más propensos a cambiar de localidad.

La encuesta revela además que la movilidad geográfica es superior entre los asalariados con contrato temporal que entre los que tienen contrato fijo. En concreto, el 3,8% de los asalariados con contrato temporal ha cambiado de municipio de residencia hace menos de un año, frente al 2,2% de los que tienen contrato fijo.