España, un "país pivote" para las relaciones de la Cuba pos-Fidel que ha perdido influencia

Imagen de archivo del rey Felipe VI, durante una comida con Fidel Castro en Asunción, Paraguay, en el año 2003.
Imagen de archivo del rey Felipe VI, durante una comida con Fidel Castro en Asunción, Paraguay, en el año 2003.
GTRES
Imagen de archivo del rey Felipe VI, durante una comida con Fidel Castro en Asunción, Paraguay, en el año 2003.

El fallecimiento de Fidel Castro abre una nueva página en las relaciones de Cuba con el exterior, en las que España tiene ante sí un lienzo en blanco en el que trazar su línea comercial y diplomática tras cinco décadas de altibajos marcadas por el fuerte vínculo histórico y sentimental español con la isla, que en los últimos años ha perdido influencia.

La clave estará, según los expertos consultados por 20minutos, en los pasos que dé a partir de ahora el Gobierno de Mariano Rajoy, cuya política exterior permaneció estancada durante casi un año con un Ejecutivo en funciones y aún comienza a despertar tras el recién nombramiento del nuevo ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, un perfil más enfocado en las relaciones con la Unión Europea que hacia Latinoamérica.

La actitud de Cuba con el exterior a partir de ahora será positiva, especialmente después del anunciado relevo que Raúl Castro dará a una tercera persona a partir de 2018, tal y como anunció en su día. "Son conscientes de que tiene que haber una apertura definitiva desde el punto de vista comercial", sostiene Ana del Paso, doctora en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid.

En Cuba todavía hay mucho por hacer, indica Del Paso: "Desde el punto de las infraestructuras está todo por hacer, y a quien más le conviene es a EE UU". Es precisamente el gigante norteamericano el más deseoso de entrar en Cuba, que se ha convertido en "un caramelo" para las grandes potencias. En este sentido, España podría ser "un país pivote para las relaciones de Cuba hacia el exterior" y "no puede quedarse en un segundo plano", apunta esta experta.

Sin embargo, en los últimos años, con Mariano Rajoy al frente, "no ha habido ninguna relación de política exterior con Cuba", señala Susanne Gratius, profesora de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid.

"España ha perdido influencia, se ha producido una europeización de su relación con Cuba", asegura Gratius. Para esta experta, "la principal relación que ha tenido y va a tener Cuba es Estados Unidos", ya que desde el inicio de la crisis económica España ha acotado su política exterior únicamente al ámbito europeo. Ese es el terreno en el que mejor se mueve el nuevo ministro de Exteriores, Alfonso Dastis. Es por ello que los expertos coinciden en señalar que la persona que ocupe en esta legislatura la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores debería tener un perfil más enfocado a Latinoamérica y EE UU.

Según Gratius, la situación actual de España, donde Rajoy gobierna en minoría, no permitirá abrir grandes estrategias en política exterior con Cuba, y en Latinoamérica hay otros temas más "candentes" para el Gobierno español, como Venezuela. No obstante, España sí podría jugar un factor clave como parte de la UE si el presidente electo de EE UU, Donald Trump, cerrase los diálogos con la isla abiertos por Obama.

Mas allá de los vaivenes políticos que ha habido entre España y Cuba en los últimos 50 años, las relaciones económicas siempre se han mantenido y los empresarios españoles cuentan con muchos intereses en turismo y hostelería dentro de la isla.

"Lo que nadie puede negar es que Fidel Castro quiso siempre privilegiar las relaciones con España", escribió este domingo el exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos en su blog. "Esta voluntad quedó simbolizada por su relación personal y respetuosa con Su Majestad el rey Juan Carlos I", prosigue el diplomático español.

En este sentido, el monarca logró estar al margen de los momentos puntuales de tensión de Fidel Castro con las autoridades españolas, y fue capaz de forjar una relación cordial con el mandatario cubano. Para Ana del Paso, el hecho de enviar al rey emérito al gran acto de homenaje a Fidel Castro en La Habana no es casual. "No mandan a cualquiera, el papel que jugó el rey Juan Carlos en Latinoamérica fue muy grande, fortaleció y supo proteger a las empresas españolas que en otras épocas habían sido nacionalizadas por el Gobierno cubano. El hecho de enviarlo a él pone el punto final a una era, es algo simbólico", explica.

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