El bailarín Xavier Benaque: "Con la crisis la danza se ha reinventado, ya no es ocio, es arte y terapia a la vez"

  • Xavier Benaque, el primer y único bailarín que ha trabajado el Ballet Nacional y la Compañía Nacional, ha considerado que con la crisis, la disciplina que representa "se ha reinventado a sí misma", ya no es ocio, es arte y terapia a la vez".
Bailarines
Bailarines
EUROPA PRESS
Bailarines

Benaque, junto a Pilar Arteseros, albaceteña y actualmente bailarina del Ballet Nacional de España, han asegurado, en una entrevista a Europa Press, que debido a la situación económica, "han surgido proyectos más personales, de pequeños formatos, con uno o dos artistas, producciones de bajo coste que permiten más flexibilidad de medios y presupuesto".

Ambos han participado en un encuentro profesional de Artes Escénicas que ha organizado el Conservatorio profesional de danza 'José Antonio Ruiz' de Albacete, con motivo de su X Aniversario, y ofreciendo una masterclass a los alumnos de este centro académico.

En opinión de Xavier Benaque, la danza "ya no solo se ve como espectáculo, ofreciendo grandes obras, grandes producciones, escenografías, vestuarios o coreografías, sino que ahora lo que hay son pequeños formatos que puedan hacer partícipe a la sociedad". Con esto, a su juicio, se ha conseguido, "que la danza pase a un plano superior", "ya no es solo ocio y divertimento, sino que es un arte, y es terapia a la vez".

En este sentido, ha explicado que hay muchos centros cívicos a nivel local que introducen la danza como herramienta de inserción social, "haciendo cursos para mujeres discriminadas, para niños con discapacidades o huérfanos". La danza, ha matizado, "es una herramienta muy poderosa en ese aspecto porque integra muchos factores del ser humano: es biológica, emocional; es máxima expresión, comunicación, cultura, sentimiento, lenguaje al tratarse con el cuerpo, tiene un alcance muy grande".

De su lado, la bailarina Pilar Arteseros ha añadido que "desde siempre se ha danzado y la danza está presente en nuestras vidas nos guste o no". Como albaceteña recuerda la Feria y cuando viene a esta expresión popular ve "a la gente cómo baila y las manchegas" y le llena "de emoción".

¿Por qué no incluir la danza en cualquier momento de nuestra vida?, se pregunta Arteseros. "Porque siempre que bailas, te llena de alegría, de gozo y te hace sentir mucho mejor. Se tiene como olvidada a la danza y yo creo que eso lo llevamos en nuestras raíces", ha expresado.

LA PERSEVERANCIA ES PRIMORDIAL

Actualmente, el conservatorio profesional de danza 'José Antonio Ruiz' cuenta con 129 alumnos pero no todos terminan la carrera. Muchos acaban dejándola a mitad y renuncian a ella. "La perseverancia es primordial para dedicarse al mundo de

la danza donde educar al cuerpo no se aprende de un día para otro. Es una carrera de fondo nada fácil, asegura Xavier Benaque.

Sin embargo, el profesional de la danza es "afortunado" porque "el estar en contacto con una profesión que requiere tanta paciencia y tanto esfuerzo

hace también que en una sociedad tan acelerada como la que vivimos y donde todo es de inmediato, puedas valorar otros aspectos de la vida", ha afirmado.

Para Pilar Arteseros, "es muy vocacional; esa pasión por la danza a veces se lleva o no se lleva y en los años de carrera tienes que decidir si te llena porque es mucho sacrificio".

Ambos han asegurado que el artista en general pasa por diferentes etapas a lo largo de su carrera. Pilar tuvo que dejarla durante un tiempo para ser madre, para criar a su hijo a los 21 años. Por ello, afirman estos bailarines, la danza es una profesión de altibajos, no lineal; "en un periodo estás más centrado en tu carrera profesional, como intérprete, luego pasas a un plano más personal y luego decides ser coréografo porque te apasiona, y luego te dedicas a la enseñanza".

Aunque, según han comentado, la profesión de bailarín va en paralelo a tu vida personal "llega un momento en que la profesión te obliga a dar un cambio, porque con 40 años no podemos seguir al mismo nivel que ahora y te tienes que reinventar en profesor, en coreógrafo, en gestor cultural, en director". "Cada cosa suma y es un trabajo bonito. Es pasión, y la pasión y la motivación es el motor para no perder esas ilusión por la danza", ha apostillado Benaque como consejo para aquellos que empiezan en este mundo escénico.

TRAYECTORIA PROFESIONAL

Xavier Benaque comenzó con 17 años en el Ballet Nacional de España, en Madrid, mientras se licenciaba en Interpretación de la danza española. Pero, "como la vida da muchas vueltas", acabó bailando para la Compañía Nacional de Danza, que es de estilo más español, en la producción de El Quijote, estrenada el pasado año en el teatro La Zarzuela. Artista independiente, "abierto a cualquier representación que me cuadre por agenda", es el primer y único bailarín español que ha estado en ambas compañías. "Es un aliciente para seguir con mi carrera y seguir aprendiendo de todo", ha afirmado.

Él mismo cuenta que la técnica clásica siempre la trabajó "muy a fondo desde mis tiempos de formación". De hecho, en el conservatorio ya tomaba clase con los alumnos de danza clásica, y luego danza española. "Siempre ha estado en paralelo a mi carrera de danza española. Los bailarines de esta técnica hacemos Escuela Bolera, que requiere de una técnica clásica muy fuerte. Siempre ha estado conmigo, la he tenido activa".

Pilar Arteseros es una bailarina de Albacete que con trece años se fue a Alicante para hacer el grado profesional. "Estuve cuatro años, muy importantes para mí. En el ballet de Alicante de José Espadero, compaginaba los estudios con el conservatorio".

Ya en Madrid, mientras estudiaba sexto curso, "rodamos la película de Salomé, con Carlos Saura, y ahí empezó mi carrera profesional".

Ha trabajado con bailarines de la talla de Esther Carrasco o Joaquín Cortes. En 2012 audicionó al Ballet Nacional y hoy forma parte de su elenco de artistas "con mucha ilusión".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento