El Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente acoge hasta el 13 de enero de 2008 la exposición "Aún aprendo, últimas obras de Tiziano a Tàpies". Un recorrido por las últimos trabajos de algunos de los artistas más importantes del siglo XX. Hay hueco también para pintores de épocas anteriores y también para algunos de los grandes genios españoles como Goya o Zurbarán. El motivo de la muestra es la madurez del artista, sus últimas pinceladas como máximos exponentes de su calidad artística.

Rozando con los ojos joyas de incalculable valor

Impresiona estar a menos de medio metro de un Picasso, un Dalí o un Miró. Pero también infunde respeto el contemplar de cerca un Rembrandt, un Tiziano o un Goya. Cuadros y esculturas contemporáneas acompañadas de un pequeño número de obras más clásicas inundan las salas del Museo Esteban Vicente. Las enormes paredes blancas del edificio muestran solemnemente un buen compendio del arte pictórico de la Humanidad. Pasear por las cinco estancias en las que se divide la colección es estar ante obras únicas de artistas irrepetibles.

Los trabajos que el museo ha seleccionado corresponden con los últimos años de vida del autor. Tanto se ha cuidado esta premisa que en algunos casos nos hallamos ante la última creación del artista. Es en este momento de su vida cuando "todas sus capacidades parecen estar al servicio de una nueva perspectiva", como reza el texto que presenta la exposición. Son 80 obras las que se han logrado reunir en Segovia salidas de los talleres de 55 artistas diferentes. Genios que, aunque desaparecidos, han dejado un legado cultural imperecedero.

La muestra también ha querido reflejar el talento de los pintores y escultores que en plena vejez siguen trabajando. Es el caso de Chillida, Chirino, Palazuelo, Ráfol-Casamada, Tápies, Torner y Cristino de Vera. Todos, excepto el último, con más de ochenta años, edad en la que se muestra "el fruto del genio artístico en alianza con la debilidad física y ante la perspectiva de su fin". Así lo confirma la elección del propio nombre de la exposición, salido de un dibujo pintado por un Goya octogenario.

La exposición es una oportunidad única de ver reunidos en un solo espacio obras de artistas con un estilo tan dispar y a la vez tan único. Cuando el visitante deja atrás el Museo Esteban Vicente le inunda la sensación de haber estado en una lejana ciudad de EE UU o en alguna europea como París o Londres, por la enorme calidad de la exposición. Pero ha sido en Segovia, ciudad histórica y Patrimonio de la Humanidad, que con paso firme y seguro aspira a ser por derecho propio Capital Europea de la Cultura en 2016.

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