El presidente de la Cámara, Miguel Santalices, ha dado lectura este miércoles a la declaración institucional aprobada con motivo de esta efeméride, en la que se pide que "poner fin a la violencia ejercida contra las mujeres" debe ser "un fin prioritario e irrenunciable, de profundo calado social".

"Si queremos acabar con la violencia machista debemos evitar los pasos que se inician bajo las referencias de una cultura machista, especialmente entre la población más joven. El respeto, la libertad y la igualdad son pilares básicos que deben impregnar a nuestra sociedad y, asimismo, nuestro marco normativo", ha indicado.

En este punto, ha recordado que la Ley orgánica 1/2004, de medidas de protección integran contra la violencia de género, y la Ley 11/2007 gallega para la prevención y tratamiento integral de la violencia de género, obtuvieron en su día el consenso general de todas las fuerzas políticas.

Según señala el texto, "estas leyes marcaron un antes y un después" en la concepción de lo que es violencia machista, ya que "ambas reconocen" que se trata del "símbolo más brutal de la desigualdad existente" en la sociedad.

"Así las cosas, debemos avanzar hacia un marco legislativo que reconozca la violencia ejercida contra las mujeres más allá de las relaciones de pareja visibilizando agresiones normalizadas y naturalizadas socialmente", apunta.

Y es que, el Parlamento gallego considera que "todas las medidas son insuficientes mientras una mujer viva bajo el miedo y la falta de libertad que eso supone". "Cualquier balance será negativo mientras haya una sola mujer asesinada por esta causa", apunta.

Por ello, la Cámara ha avanzado que "pondrá todos los medios" que estén en su mano para "mejorar la atención a las víctimas, desde la protección, a la aportación de alternativas y el acompañamiento en las situaciones de transición emancipadora".