Las estimaciones del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) indican que las empresas españolas cerrarán 2016 con más de 25.000 ciberataques, con un incremento del 64 por ciento en pymes y del 44 por ciento en grandes compañías, desde 2014. Según el análisis realizado por Techco Security, las organizaciones del ciber crímen están cada vez más profesionalizadas y cuentan con recursos más cualificados. Además, el vacío legal en muchos países facilita la impunidad de los ciberdelincuentes.

Los causas por las que se realizan los ataques en internet suelen ser: porque las empresas cuentan con información valiosa para otros; porque 'estos otros' están interesados en vulnerar la información por motivos económicos, ideológicos, personales, estratégicos, políticos, de venganza o extorsión, y porque las compañías tienen vulnerabilidades por donde pueden ser atacadas, ya sean técnicas, organizativas o personales.

Asimismo, estas agresiones se producen especialmente por descuidos, errores o negligencias del personal en el manejo de la información, por accesos indebidos (suplantación de

identidad), por engaños al empleado a través de páginas web trucadas, por conspiración del personal interno con el externo, por actuación directa maliciosa de los trabajadores y por explotación de vulnerabilidades técnicas por externos.

Los principales riesgos que sufren las pymes y grandes compañías ante estos ciberataques son: robo y alteración de información, falsificaciones, suplantación de la identidad, fraudes, estafas, corrupción, espionaje, sabotajes en procesos industriales, pérdidas de reputación, pérdidas económicas directas o de ventajas competitivas, incumplimientos regulatorios o responsabilidad societaria y personal, tanto civil como penal.

Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), la región que registra un mayor número de ciberataques es Cataluña (19,62%), seguida de la Comunidad de Madrid (19,50%), Andalucía (16,17%), Comunidad Valenciana (9,66%), Castilla y León (4,65%), Galicia (4,49%), País Vasco (3,93%), Castilla-La Mancha (3,91%) y Canarias (3,27%). Las comunidades autónomas que menos ataques reciben son Cantabria y La Rioja, con el 1,2 y 0,66 por ciento, respectivamente.