El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha advertido este viernes a las empresas concesionarias de limpieza de que el presupuesto ha aumentado un 15%, hasta los 64,8 millones, pero para que Valencia esté "muy limpia" y que los inspectores municipales vigilarán que los pliegos se cumplan "escrupulosamente".

Ribó ha realizaod estas declaraciones tras reunirse, acompañado de la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, con los presidentes y directores de las empresas de limpieza, y parques y jardines, FOVASA, SL., SAV Sociedad Agricultores de la Vega y FCC Fomento de Construcciones y Contratas.

Al respecto, ha apuntado que el Ayuntamiento "pone más dinero pero inspeccionará a fondo el comportamiento de las empresas para que cumplan con sus obligaciones". Así, ha destacado que con este incremento de 5,8 millones más para 2017 se alcanza "aproximadamente la cantidad presupuestada antes del inicio de la crisis".

Ribó ha explicado que esta reunión se ha convocado justo el día después de la aprobación provisional de los presupuestos municipales, en los que la limpieza es la partida que más crecerá en 2017.

"Se ha acabado reducir la partida de limpieza", ha recalcado Ribó, que ha comentado la sorpresa de las empresas concesionarias porque hasta ahora siempre que se les citaba era para anunciarles recortes.

No obstante

ha recalcado que este incremento va acompañado de un aumento del control. Así, si en el primer semestre de 2015, antes de que accedieran al Gobierno, las concesionarias recibieron tres sanciones por incumplimientos de los pliegos de condiciones, en el segundo semestre, ya bajo su mandato, se aplicaron 58 sanciones.

en ese sentido, ha insistido en la advertencia que les ha trasladado a las empresas: "este dinero es para limpieza y se tiene que notar en el centro, en los barrios y por todas partes". "Creo que lo han entendido perfectamente", ha apuntado.

Al respecto, ha insistido en que exigirán un "escrupuloso cumplimiento de los pliegos de condiciones" y que tras la subida de las cuantías no pueden justificar los incumplimientos en el servicio por falta de presupuesto. Además, ha resaltado que el Ayuntamiento también pago muy rápido y "ellos tienen que aportar lo suyo".

Ribó ha recordado que hubo una "crisis económica grande", con 245 millones en facturas en el cajón, pero "aunque ahora es grave ya estamos saliendo de esta situación".

El Ayuntamiento no se plantea una revisión ni reversión de los pliegos ya que la concesión finaliza en 2020 y se trata de uno de los contratos "más flexibles". Así, se ha incorporado la materia orgánica y permiten un crecimiento del 15% cuando la mayoría sólo permite un crecimiento de hasta el 10%.

"NO MÁS RELAJACIÓN"

Por su parte, la concejal de Medio Ambiente ha insistido en que las empresas concesionarias ya saben, tras el año y medio en el que están en el Gobierno, que "esa relajación que había antes no va a seguir".

La mayoría de sanciones obedece a incumplimientos del pliego de condiciones. Por ejemplo, si el pliego marca que las papeleras deben vaciarse tres veces por semanas los inspectores vigilan que se cumpla o imponen una sanción, que oscila entre 200 euros a "cantidades más importantes", o que una calle no tenga el estado óptimo de limpieza.

En estas tareas de inspección también colaboran otros servicios municipales. Entre ellos, la policía de barrio avisa cuando hay enseres sin recoger en las calles. Además, se está realizando un estudio para optimizar esa labor de inspección. "El Ayuntamiento tiene mucha gente en la calle y una de las labores que hacemos es la de intercomunicación", ha añadido Ribó.

Soriano ha explicado que al haber modificación presupuestaria la programación de servicios deberán pasar además por la Junta de Gobierno antes de que empiece el año.