Este indicador mide la variación del coste salarial que pagan los empleadores por el conjunto de empleos existentes, pero sin estar afectado por los cambios en la cantidad y la calidad de los puestos de trabajo. De esta forma, no se tiene en cuenta el efecto composición del empleo, causado por los cambios en el número de horas trabajadas, el tipo de contrato, características de los trabajadores, su antigüedad y su promoción profesional.

Por lo que respecta a la Comunidad Autónoma Vasca, entre 2008 y 2014, el Índice de Precios de Trabajo ha notado un aumento acumulado de un 3,6%, el mayor crecimiento del conjunto del Estado. De media, este indicador se ha reducido, durante estos años de crisis, un 0,7%, debido a los descensos experimentados en once de las comunidades autónomas.

Los costes salariales en Euskadi comenzaron este periodo con sendos incrementos del 1,4% y del 2,9% en 2009 y 2010. En los tres años siguientes el Índice de Precios de Trabajo se redujo, con caídas de una décima en 2011 y 2012 y del 0,5% en 2013. En 2014, se retomó la evolución positiva, con un 0,1% de incremento.