Los residentes están «hartos de promesas incumplidas» y en la asamblea de ayer, que congregó a un centenar de vecinos, decidieron crear una comisión en la que habrá unos siete representantes. También acudieron a la cita residentes de la plaza de Azcárraga (que el día del Rosario hicieron una cacerolada delante del alcalde, Javier Losada). Aunque no hubo acuerdo sobre lo que van a organizar, sí dejaron claro que «la van a montar». «El lunes diremos qué haremos y la protesta será el miércoles», afirmó Beatriz Rodríguez, portavoz de la plaza del Humor.

Entre el público asistente, la «lluvia de ideas para molestar» no tenía límites. «Si aquí nos dejan una tonelada de basura, les ponemos otro tanto en María Pita», proponía una señora. Entre el tumulto también se oían voces que estaban a favor de montar un chiringuito para invitar a copas frente a la casa de Losada. Y una joven hasta añadió que no estaría mal «llamar a los del Caiga Quien Caiga para que les hagan un botellón en el pleno municipal». Aseguran que lo único que quieren es que se prohíba beber en la calle, más policía vigilando y, sobre todo, descansar.