En un comunicado, la RFAF ha trasmitido al joven futbolista, a su familia y a su club, el C.D. Olímpico de Cádiz, un mensaje de "absoluto respaldo y protección", así como "sinceras disculpas en nombre del fútbol andaluz".

En este sentido, ha apuntado que el jugador "no está solo. Todos estamos con él", agregando que "el odio, la violencia -física o verbal- y los comportamientos antideportivos no tienen cabida en el fútbol y los responsables de tales acciones deleznables no pueden formar parte de nuestro deporte ni ahora ni nunca".

"Aquellos que utilicen el fútbol como vehículo para expresar su odio a través del insulto racista, xenófobo, homófobo o sexista serán identificados y expulsados de los campos de fútbol", ha aseverado.

La Real Federación Andaluza de Fútbol, que hace ya unos años encabezó y lideró un Pacto Andaluz contra la Violencia, el Racismo y la Xenofobia en el fútbol, investigará estos hechos a través de su Comisión de Integridad y aplicará, en su caso, los nuevos cauces que permite el Reglamento dentro de sus competencias deportivas para "castigar sin inflexión a los responsables de tales acciones para que no queden impunes y evitar que se sucedan en el futuro".

Finalmente, la RFAF ha anunciado que estará presente en la concentración contra el racismo proyectada para el próximo domingo en Cádiz en apoyo a este jugador, para que éste y cualquier chico o chica pueda "jugar al fútbol en libertad, con independencia de su color de piel, sexo o procedencia".