La tala de vegetación del Genil pretende evitar riadas en caso de lluvias torrenciales

  • La Confederación Hidrográfica dice que la arboleda y la tierra acumulada son un peligro
  • Sin embargo, reconoce que debió limpiar antes la zona, antes de que la vegetación creciera tanto
  • El cauce, una vez limpio, será reforestado en los laterales

Tras eliminar la vegetación, el cauce será reforestado. La limpieza que la Confederación Hidrográfica realiza estos días en el cauce del Genil a la altura de Bola de Oro tiene un objetivo: eliminar el riesgo de riadas ante una crecida del río por lluvias torrenciales como las que hemos sufrido en las últimas semanas.

«Es cierto que no teníamos que haber esperado a que la vegetación creciera tanto, pero había que eliminarla», explica el jefe de obras, Jaime Riera.

Antes de acometer la limpieza, un experto botánico de la Universidad examinó el arbolado y comprobó que no había ninguna especie que hubiera que proteger.

«Además -continúa Riera-, «muchas especies estaban ya enfermas y no podían crecer más, porque debajo lo que hay es hormigón». Aún así, «no lo quitaremos todo, salveremos lo que podamos».

Una vez limpiado el cauce, será reforestado en los laterales con «elementos ligeros de vegetación». Las obras son previas a la reforma proyectada en la ribera del río y el barranco de La Zorra, que todavía tardará algunos meses en ejecutarse.

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