Según ha indicado la Junta en una nota, más de 1.800 jóvenes participan en los cursos de formación de mediadores que el IAJ imparte en todas las provincias andaluzas. En concreto, se imparten 61 actividades, lo que supone cuadruplicar la oferta de cursos de estas características que se venían programando en años anteriores.

En la provincia de Cádiz se han realizado un total de cuatro acciones: un encuentro provincial en Arcos celebrado en mayo de este año, y tres cursos repartidos por las comarcas de la Bahía de Cádiz (Cádiz), el Campo de Gibraltar (La Línea) y el celebrado este fin de semana en Arcos. En total, más de 200 alumnos de institutos de toda la provincia se han beneficiado de esta formación.

Este curso, que se celebró durante toda la jornada del sábado en horario de mañana y tarde en la Casa de la Juventud de Arcos, busca acercar a los adolescentes y jóvenes asesorías de información y formación atendidas por un equipo de profesionales de diferentes sectores, entre los que destaca la figura del mediador, para ayudarles a decidir en la elección de las respuestas más saludables.

Como novedad en la edición de 2016 de Forma Joven, la prevención del acoso escolar (bullying y ciberbullying) ha sido uno de los ejes centrales de los contenidos programados. Como ha destacado Gordillo, "la Junta se ha hecho eco de la problemática sufrida por muchos jóvenes en las aulas de Secundaria y ha decidido dotar de más recursos al programa para concienciar y promover actitudes de respeto entre los adolescentes en los centros educativos".

Al igual que en ediciones anteriores, se forma al alumnado en contenidos relativos a la prevención del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual; prevención de trastornos alimenticios; de accidentes de tráfico o consumo de sustancias; o en herramientas para practicar la mediación y para la resolución de conflictos.

La coordinadora del IAJ ha puesto de relieve que "con la ampliación del número de acciones formativas, la Junta de Andalucía ha redoblado los instrumentos para que la información sobre buenas prácticas llegue al mayor número de jóvenes posible". Además, "en este proceso se otorga un papel activo y central al joven, de ahí la necesidad de ofrecerles herramientas para que puedan dar respuestas a distintas problemáticas que se les puede plantear", ha finalizado.