Decenas de yihadistas del Estado Islámico (EI), incluidos más de diez de los que cometieron los atentados de París y Bruselas, se colaron en Europa aprovechando el flujo de inmigrantes y refugiados que desde meses antes entraban en el Viejo Continente por Grecia y la ruta de los Balcanes.

La información, sobre la base de un estudio del Centro de Análisis del Terrorismo (CAT), la ha publicado este sábado Le Monde con ocasión del primer aniversario de los atentados de París, detallando los movimientos de los principales actores, que utilizaron Hungría como plataforma para sus viajes.

El primero de los autores de los atentados de la capital francesa, en los que fueron asesinadas 130 personas y varios cientos resultaron heridas, fue el belga-marroquí Abdelhamid Abaaoud, considerado el coordinador sobre el terreno.

Abaaoud penetró en el espacio Schengen el 1 de agosto de 2015, cuando es localizado en Hungría e iba acompañado del ciudadano marroquí y exresidente en España Ayoub el Khazzani.

El Khazzani intentó cometer el 21 de agosto de 2015 una masacre en un tren que circulaba entre Amsterdam y París (al que se subió en Bruselas), pero fue reducido por unos militares estadounidenses que viajaban como pasajeros.

Abaaoud dirigió las operaciones probablemente desde Bélgica, y en concreto desde Bruselas, donde nació, se crió y estableció amistad con algunos de los terroristas que llevaron a cabo los ataques de París, y también con los que cometieron los atentados de Bruselas, el 22 de marzo de 2016.

No obstante, de acuerdo con los servicios secretos húngaros y alemanes, a comienzos del verano de 2015, Estado Islámico había enviado para probar la entrada en Europa por ruta de los inmigrantes al argelino Bilal C., que entre junio y julio pasó de Turquía a Grecia, y luego a Macedonia, Serbia y Hungría.

Bilal C. fue detenido en la ciudad húngara de Gyor el 16 de julio por la policía húngara a la que se presentó con la falsa identidad de un sirio llamado Ikjrad Samas. Liberado el 4 de agosto, trató de pedir asilo en Alemania donde en julio de 2016 fue encarcelado tras ser inculpado por terrorismo.

El belga Salah Abdeslam, único yihadista superviviente de los atentados de París y que fue arrestado en Bruselas en marzo pasado y actualmente está encarcelado en Francia, se encargó de ir a buscar entre el 30 de agosto y el 2 de octubre de 2015 a otros miembros del comando que se estaba constituyendo.

Estos últimos también habían entrado en Europa con falsos pasaportes sirios, camuflados entre los inmigrantes que cruzaban el Mediterráneo para llegar a Grecia.

Abdeslam hizo tres viajes entre Bélgica y Hungría y otro al sur de Alemania para trasladar a Bruselas a once de los yihadistas implicados en los atentados de esa ciudad y de París.

De los miembros identificados hasta ahora de toda la trama, 13 están muertos y hay 4 autores directos de los atentados de París o Bruselas detenidos, a los que hay que añadir 11 presuntos componentes de células durmientes y otras 19 personas imputadas en Francia y Bélgica por complicidad en diferente grado. Otros —según Le Monde—, se encuentran en paradero desconocido, en Europa o en Siria.