El Seprona llevaba a cabo una investigación unida a los dispositivos de vigilancia tendente al esclarecimiento de la caza de aves con artes ilegales, con las denominadas costillas o ballestas, unas acciones delictivas que se estaban detectando en terrenos acotados de la Comarca de la Serena.

Los agentes sorprendieron a una persona cuando retiraba este pasado lunes en una finca del municipio pacense de Monterrubio de la Serena 45 trampas, con las cuales había capturado dos zorzales y un estornino, según ha informado la Guardia Civil en una nota.

Tras la identificación del propietario y responsable de la colocación de las trampas, éste "voluntariamente colaboró y entregó otras 97 artes prohibidas que guardaba en una casa de campo de su propiedad".

La Guardia Civil ha tomado manifestación en calidad de investigado este vecino de Monterrubio de la Serena, y ha puesto las diligencias instruidas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Castuera.

La Benemérita señala que cazar especies silvestres no autorizadas con artes prohibidas, que son medios no selectivos e incluso por su gran número puede llegar a ser masivo, puede constituir un delito contra la fauna, que puede suponer para los infractores una pena de prisión de hasta dos años.