El expresidente de Eficanza, S.A., concesionaria del Hospital de Burgos, José María Arribas, ha negado "conchabeos" en torno al proyecto al tiempo que ha considerado "tremendo" que se penalice a la sociedad cuando, como ha relatado en la Comisión de Investigación sobre este asunto de las Cortes, llegó a actuar incluso "en contra de sus intereses".

"Sé lo que hemos luchado por el Hospital de Burgos y me parece injusto que a la sociedad concesionaria se le pongan borrones en el camino", ha aseverado Arribas ante esta Comisión de las Cortes, quien ha reconocido que durante la ejecución del proyecto se vivieron momento de "graves dificultades" que llegaron a su punto álgido en 2014 y que obligó a la sociedad a tener pérdidas de hasta 21 millones de euros y a acometer nuevos desembolsos para evitar retrasos en el pago a proveedores.

En su comparecencia el representante de la concesionaria ha pedido a los procuradores que no tengan dudas de que no hubo ningún "conchabeo". "Nos hubiera gustado que no se modificara y que la obra se hubiera llevado conforme al proyecto inicial pero sabemos que sin esas modificaciones el hospital no sería el que ahora tenemos", ha aseverado.

Arribas ha defendido en su intervención el modelo de gestión público-privada y se ha mostrado convencido de que en los próximos años se acometerán muchas obras con esta fórmula. "Este modelo posibilita que la sanidad tenga niveles de alta calidad", ha defendido, tras lo que ha informado de que una de las cosas que se exigen en el contrato es la reposición de todos los equipamientos con el mismo nivel de avance tecnológico una vez concluida la concesión en 24,5 años -2016 en este caso-.

"Tengo la sensación de que es una obra fundamental, un hospital maravilloso que no está lo suficientemente utilizado", ha lamentado.

En el arranque de su comparecencia en al Comisión de Investigación Arribas ha insistido en que es "erróneo" hablar de "sobrecostes", ya que, como ha insistido, la inversión ha sido de 1.251 sin IVA, una desviación de 351,8 millones, un 37 por ciento. Tras lo que ha explicado que en 2014 la concesionaria registro pérdidas de hasta 21 millones de euros por los reajustes.

Arribas ha defendido que el coste de obra es comparable con el de cualquier otro hospital y el coste del equipamiento es el que se encargó por parte de los servicios técnicos de Sacyl, "cuesta lo que vale, no más". "El hospital es el que es, nos gustará más o menos, pero lo que se pagó es lo que cuesta un centro del alta calidad, eficiente y eficaz", ha aseverado.

El expresidente de Eficanza ha recordado la formación de la sociedad Nuevo Hospital de Burgos que finalmente se hizo con la concesión y ha insistido en que los participantes apostaron por el proyecto por su "vinculación " con Burgos y desde un "compromiso" con la provincia.

LA OPOSICIÓN

La oposición en esta Comisión de investigación a cuestionado determinados planteamientos de Arribas, en concreto, el portavoz del PSOE, Luis Briones, quien le ha trasladado su seguridad de que la concesionaria buscaba satisfacer un interés general como un nuevo hospital y "ganar dinero", como demuestran determinadas cifras como el TIR (Tasa Interna de Retorno) que en alguna ocasión superó, según sus datos, el 8,21 cuando estaba establecido en el 7,11 por ciento.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Manuel Mitadiel, ha hablado de "capitalismo de amiguetes", tras lo que ha defendido que una empresa para correr un riesgo antes tiene que contar con un estudio de "viabilidad".

La procuradora de Podemos Laura Domínguez ha evidenciado problemas de "carácter técnico" en el HUBU, a las que hay que sumar las de "personal y plantilla", ya que en en centro en el que el espacio es el triple del anterior sólo se contratan a 48 nuevas personas.

Finalmente, el procurador de IU, José Sarrión, ha insistido en que a pesar de las explicaciones y de las labor de la Comisión de Investigación no encuentra "ni una sola justificación" a los retrasos, tras lo que ha asegurado tener la sensación de que existe un contrato A que es el público y un contrato B "realizado de forma oral del que no conocemos nada". "Tengo la sensación de que el procedimiento no ha entrado dentro de la legalidad", ha aseverado.

Ante estas reacciones, José María Arribas ha asegurado que dice la verdad. "Entiendo su postura, lo que estoy diciendo es la verdad de lo que yo conozco y de lo que he vivido", ha aseverado.

De este modo, Arribas ha detallado el por qué de los retrasos en la presentación de balances que, en la primera ocasión se debió a cambios accionariales de la sociedad y en un segundo momento por el retraso en la aceptación de una ampliación de capital.

No obstante ha reconocido que existen discrepancias con la administración en cuanto a la interpretación del contrato y que actualmente ha llevado a que la Junta abone únicamente el 25 por ciento del consumo energético del centro, algo que actualmente se intenta "aclarar".

Asimismo, ha garantizado que es la empresa concesionaria la que se encarga actualmente de solventar algunas deficiencias en las fachadas para lo que en próximo días se colocarán góndolas para solventar parte de estos problemas para cuya resolución se ha encargado ya un estudio a ingenieros y arquitectos de la Universidad de Burgos.

Por último, en cuanto a los servicios subcontratados Arribas ha explicado que se someten a concurso público cada tres años para evitar situaciones de "dejadez".

"FUERZA Y ABUSO" DE LA ADMINISTRACIÓN

En la mañana de este viernes también ha comparecido el delegado de concesiones de Obrascón, Pablo Bel Rafecas, quien ha defendido que en este proyecto no ha habido "nada diferente" a otros procesos similares, al tiempo que ha recordado que actualmente existen 570 proyectos que han utilizado la fórmula público-privada en España y, de ellos, 17 son hospitales.

En su intervención Bel Rafecas sí ha considerado que la Administración ejerce en el caso de esta adjudicación una posición de "fuerza y abuso" hacia la empresa concesionaria, a pesar de lo que ha defendido que la gestión actual es la adecuada pese a reconocer que ha habido dificultades importantes en las cuentas de la sociedad adjudicataria.

No obstante, ha considerado que "lo peor ya ha pasado" en cuanto a la rentabilidad de la actuación, tras lo que ha considerado que a partir de ahora el objetivo será "neutralizar" resultados para que finalmente, en los últimos años de concesión, se recuperen "pérdidas", a pesar de lo que ha insistido en que la rentabilidad será "cero".