La gestora que dirige el PSOE desde la caída, hace un mes, de Pedro Sánchez estaría preparando las primarias para elegir al nuevo secretario general en el mes de junio y celebrar el congreso del partido en julio, según fuentes de la dirección del PSOE. Para ello, la convocatoria formal de ambas citas se haría en abril.

Las fechas estarían cuidadosamente elegidas para provocar cansancio en Sánchez y en otros que aspirarán a la secretaría general, y para que disminuyeran las posibilidades de Sánchez –que ha insinuado que se presentará a esas primarias– mediante una "depuración del censo de militantes", en expresión de las fuentes consultadas.

El cambio de rumbo del PSOE en las últimas semanas –con la caída forzada de Sánchez (el primer secretario general de la historia del partido elegido directamente por las bases) y la abstención socialista en la investidura de Rajoy– ha generado un gran malestar en buena parte de la militancia, que no ha sido consultada sobre esa nueva estrategia socialista.

Docenas de militantes ya han notificado su baja en su agrupación, pero serían muchos más los que previsiblemente lo hagan entre los próximos meses de enero y marzo, que es cuando tendrían que pagar sus cuotas asociativas.

El PSOE emite sus recibos de cuota a sus militantes dos veces al año, al comienzo de cada semestre. La próxima emisión será en la segunda y tercera semana de enero. Cada militante tendrá entonces ocho semanas para aceptar en el banco el recibo o devolverlo."A mediados de marzo, por tanto, la dirección sabrá cuántas bajas se han producido, la mayoría de ellas de partidarios de Sánchez", comentan las fuentes consultadas.

Para esas fechas, previsiblemente, también se podría haber tomado una decisión en el PSOE respecto al PSC, cuyos diputados –siete– desobedecieron el sábado pasado la orden del Comité Federal socialista de abstenerse con Mariano Rajoy.

En este caso no sería la gestora sino el Comité Federal socialista el que revisara el vínculo que tienen entre sí ambos partidos y decidiera suspenderlo hasta que se debata en el congreso socialista.

Si así fuera, una de las consecuencias de la suspensión sería que los militantes del PSC –unos 15.000, mayoritariamente partidarios de Sánchez– tampoco podrían votar en las primarias.