Anonymous hackea la web del Congreso en pleno discurso de Rajoy y 'Rodea el Congreso'

La web del Congreso, hackeada por Anonymous.
La web del Congreso, hackeada por Anonymous.
congreso.es
La web del Congreso, hackeada por Anonymous.

Este sábado, durante la intervención de Mariano Rajoy en su investidura y la manifestación de 'Rodea el Congreso', el colectivo Anonymous ha hackeado la web del Congreso de los Diputados.

El colectivo ha puesto un texto en el que han descalificado a los políticos y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

El texto íntegro y literal del 'hackeo'

Hay ocasiones en las que la impericia del programador [(mode pitorreo sano on) amiguetes, las excepciones en JavaScript hay que saber gestionarlas cuando se curra para tan elevada entidad (mode pitorreo sano off)] nos permite soltar una buena parrafada en dominios interesantes (por llamarlos de alguna forma). Este es uno de esos casos, y aunque queda feo escribir sin acentos y obviando algunos caracteres para mejorar la visibilidad del texto, la vamos a utilizar para "rodear" el Congreso a nuestra manera. Sin matar gatitos pero loleando un poco a los chicos del departamento de sistemas para lanzar nuestras proclamas rojo-anarquistas perroflauteras que tanto gustan a esos personajillos de la banda de Mariano. Ese antro, donde dicen que se asienta la Democracia, no es otra cosa que un teatro donde malos actores y actrices representan el papel que les han asignado sus amos. En esta comedia, una andaluza sujetacuadros de una virgen, seducida por un gordo canoso aficionado a la cal viva, se ha cargado a otro muchachito de su cuadrilla que pactaba con otro camisa naranja para disimular la azul que adora, y darle el gobierno a Mariano "el corto". Un percebe gallego aficionado a amargarle la vida a currantes, estudiantes, jubilados, parados y otra gente afortunada. La gente se ha cabreado. Ha salido a las calles. Dicen que convocados por un tipo con coleta porque esos ceporros, hijos de una dictadura fascista alentados por unos medios manipuladores y vendidos al mejor postor, no entienden que la gente se cabree sin los necesarios pastores que la dirijan. Seguramente, las jaurias de perros de uniforme que lamen la mano de sus amos, convencidos del poder que le otorgan las armas que les hemos proporcionado para todo lo contrario al uso que les dan, dispensaran una tarde entretenida a todas. Nosotras seguiremos representando nuestro papel digital mientras, sin que seais conscientes, nuestros "cascos" marchan a vuestro lado por las calles de Madrid.

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