Para Guillén, "en el mundo el progreso sólo se consigue con la conciliación y colaboración", y añade que "parece inaudito mantener opiniones que puedan exacerbar la actual situación", por lo que apela a que los dirigentes de ambas instituciones, que cuentan con alto impacto social, sean capaces de tener "esa altura de miras y comprender que la convivencia es lo más importante".

Guillén, en declaraciones al programa 'A vivir que son dos días' de la Cadena SER recogidas por Europa Press, ha destacado que el gran reto que tiene la sanidad murciana es "pasar de un sistema sanitario al servicio del tratamiento de las enfermedades agudas, a un nuevo sistema basado en la prevención y la atención de la cronicidad y el envejecimiento".

Para eso, la apuesta de su gobierno es por un modelo público, aunque reconoce que "en ocasiones hay que dar respuesta utilizando la colaboración de la sanidad privada".

Guillén ha desmentido que exista una 'guerra' entre Sanidad y el Sindicato médico. "Son mis compañeros", dice, que considera que no hay ningún enfrentamiento, sino que "cada uno juega su papel".

"Ellos defienden intereses que creen innegables para su colectivo, y yo desde la gestión tengo que matizar y conciliar sus peticiones con los proyectos de la consejería", añade.

También ha dicho que no se arrepiente del paso que dio al ser requerida por el presidente de la Comunidad para ser consejera de Sanidad, aunque sean "tiempos de demagogia y populismo", y confía en que no se devalúe su imagen, porque "solo busco de una forma temporal aportar mi trabajo y mi visión para intentar responder a los nuevos retos de la salud".