El próximo sábado toca retrasar los relojes: a las 3 de la madrugada serán las 2. Vuelve el invierno (al menos es lo que nos dice la luz solar a la que estamos acostumbrados desde 1940) y también el debate sobre el cambio de horario de verano y los husos geográficos.

Esta discusión se ha visto avivada este año por la propuesta aprobada en el Parlamento de Baleares, la cual solicitará al Gobierno central que mantenga el horario de verano en la región a fin de tener más horas de sol en horario de tarde.

Entre las ventajas, señala la posibilidad de llevar a cabo actividades al aire libre, junto con un aumento de ventas para el pequeño y mediano comercio, el ahorro energético y la desestacionalización turística.

Esta petición, a la que también se sumó el pasado jueves la Comunidad Valenciana, incumpliría la normativa de la Unión Europea (UE) que hace obligatorio el cambio horario a fin de ahorrar energía por la diferencia de horas de luz entre los días de verano e invierno.

Ambas regiones proponen, con total consenso político, tener un horario similar al de Kiev –actualmente España se acoge al de Berlín–.

El propio presidente de la Xunta de Galicia en funciones , Alberto Núñez Feijóo, ha defendido que él no apoyará que haya un horario "en Baleares, otro en Madrid y otro en Galicia". "Yo no soy portugués, soy español", ha esgrimido.

Al respecto, Feijóo ha señalado que él rechaza un huso distinto en función de las comunidades, aunque le parece "perfectamente posible" debatir acerca de cambiarlo en España.

En esta línea de cambiar el huso horario se sitúa la Asociación para la Racionalización de los Horarios (Arhoe). Desde esta organización solicitan modificar el huso horario español al de Greenwich (Reino Unido), es decir, una hora menos que la del día de hoy (excepto las Islas Canarias). Desde este colectivo argumentan que por situación geográfica a España le corresponde el horario de este meridiano. Cambiarlo, según Arhoe, mejoraría la conciliación laboral y familiar.

Sin embargo, científicos como el profesor de Física José María Martín consideran ambas propuestas carentes de argumentos, porque la gente tiene adaptada su vida a estas circunstancias. "Es un juego es estéril. Podemos cambiar los relojes pero no la naturaleza", asevera.

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Entrevista al profesor de Física, José María Martín: "El cambio del huso horario es un debate científicamente estéril"