Para lograr una dieta sana y equilibrada, los expertos en dietética y la comunidad científica y médica aconsejan el consumo diario de cinco raciones de frutas y verduras. El equivalente a estas medidas es de 300 gramos de verduras y 350 de frutas.
En España, pese a ser uno de los mayores productores de este tipo de alimentos, no se consumen en la cantidad adecuada, lo que desequilibra nuestra dieta.
¿POR QUÉ TOMARLAS?
Beneficios generales
Las frutas y hortalizas son alimentos muy completos y beneficiosos para la salud. Contienen mucha fibra, algo esencial para la prevención de todo tipo de enfermedades digestivas, como el estreñimiento o el colon irritable. También aportan gran cantidad de vitaminas y minerales, y poseen varios tipos de fitonutrientes que refuerzan las defensas y protegen de enfermedades degenerativas. Ello significa una mayor expectativa de vida y en mejores condiciones. Además, son productos bajos en calorías y adecuados para todas las etapas de la vida.
Niños
Los más pequeños se benefician del ácido fólico y de la vitamina C que contienen, imprescindibles para su desarrollo. Su consumo ayuda a prevenir la obesidad
infantil, uno de los mayores riegos en la actualidad. Si los jóvenes se acostumbran a tomar estos productos, desarrollan hábitos alimentarios saludables que los protegerán de enfermedades crónicas.
Adultos
ste grupo de edad también necesita un consumo regular de frutas y hortalizas, principalmente por sus características antioxidantes y reguladoras. Además, son ricas en vitamina C y ayudan a favorecer la asimilación del hierro y a controlar el peso, pues su consumo nos sacia sin añadir excesivas calorías.
Embarazadas
Para las embarazadas, las frutas y verduras están especialmente recomendadas, pues el ácido fólico que contienen muchas de ellas es imprescindible para el buen desarrollo y la correcta formación del feto.
Mayores
Las personas de más edad deben cuidar su dieta especialmente. Las frutas y hortalizas son de gran ayuda para ellos, pues alimentan sin causar obesidad, que es una patología de influencia muy negativa en la mayor parte de las dolencias crónicas frecuentes en la gente de edad, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Su alto contenido en agua (superior al 75%) previene de manera muy eficaz la deshidratación.
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