La Cámara de Cuentas de Andalucía, cuya misión es controlar la gestión y las cuentas de la Administración de la Junta, los ayuntamientos y sus organismos y empresas dependientes, ha descubierto gigantescas diferencias en las facturas de los hospitales.

Así pues, todos los hospitales públicos andaluces pertenecen al Servicio Andaluz de Salud (SAS), pero no todos pagan lo mismo por las compras que realizan.

El ejemplo más llamativo es el de los hospitales Carlos Haya de Málaga y el Virgen del Rocío de Sevilla. Por un electrodo general bipolar (usado en cirugía), el primero pagó 487,71 euros, mientras que al segundo le salió por 1.202,02. Un 148% más; es decir, 714,31 euros de diferencia.

En cambio, en el caso de la adquisición de un marcapasos unicameral SSI, fue el Virgen del Rocío el que pago 297,49 euros menos que el Carlos Haya: 1.412, 37 euros frente a 1.709,86. Pero es que en el Hospital Infanta Elena de Huelva compraron este mismo elemento por 3.255 euros, lo que supone un 130% más que el Virgen del Rocío.

Dentro de la misma provincia de Sevilla, por un mismo artículo hay una diferencia de más de 50 euros entre el que más pagó (661 euros el Virgen del Rocío) y los 610 que le facturaron al de La Merced de Osuna. Pero en Málaga, por lo mismo, pagaron sólo 360 euros, un 83% y un 69% menos, respectivamente.

Mejor, pero sin resolver

La Cámara ha encontrado estas diferencias estudiando sólo una muestra de cuatro de los 41 hospitales de la región y comparando únicamente 12 artículos de los 51.713 productos inscritos en la lista de 121 proveedores del SAS. ¿Qué habría encontrado de mirar todas las facturas?

Estos precios se pagaron en 2004. Tras recomendar que se resolviera, la Cámara de Cuentas volvió a preguntar qué había pasado. Encontró, por ejemplo, que la diferencia en las facturas por el pago del electrodo general bipolar cayo a un 22% en 2005, pero que en 2006 la diferencia todavía era del 13%.

Al final de 2006, en los centros estudiados, y tan sólo en prótesis, todavía quedaban por pagar 31,7 millones de euros por compras de 2004. La Cámara concluye que el SAS no da a los hospitales el dinero que necesitan.

Control.-Almacenes

La Cámara de Cuentas asegura que los hospitales desconocen qué existencias guardan en sus almacenes en un momento dado, y que son los proveedores los que controlan la caducidad de los productos que venden.

Intervenciones.-Menor duración

En los cuatro centros hospitalarios cada vez se hacen más intervenciones y la duración de las mismas es también cada vez menor. De la misma manera, también se han reducido las listas de espera.