El ‘botellón’ se reduce en Málaga un 45% por la ley

Pero las quejas de los vecinos del centro se reavivan con el comienzo del curso en la Universidad: de 5 a 7 de la mañana, las horas con más ruidos.
El paseo de los Curas. (M. Mesa)
El paseo de los Curas. (M. Mesa)
El paseo de los Curas. (M. Mesa)

Parece que la montaña no ha ido a Mahoma. El número de jóvenes que hace botellón en Málaga capital se ha reducido un 45% tras la entrada en vigor de la ley antibotellón, que se acerca a su primer aniversario en vigor. Así las cosas, el botellódromo del paseo de los Curas se ha quedado grande.

«Son datos provisionales, pero según el Servicio de Atención a la Movida, los sábados por la noche se congregaban unas 3.000 personas en la plaza de La Merced, mientras que ahora al paseo de los Curas acuden unos 1.800 jóvenes cada noche de sábado», explica Patricia Navarro, responsable de la Concejalía de Juventud.

Por el momento, no se ha decidido reducir el botellódromo (único espacio habilitado en la capital para beber en la calle), aunque Navarro no descarta esa posibilidad una vez que el Ayuntamiento disponga de  todos los datos sobre la afluencia de público al paseo de los Curas.

Quejas de los vecinos

La portavoz de la asociación Málaga Contra el Ruido, Dolores Acosta, reconoce que la situación en la plaza de La Merced (anterior punto de reunión para hacer botellón) ha mejorado «mucho», aunque la paz que han vivido durante este verano se acabó este fin de semana.

«Con la vuelta al curso de los universitarios, el centro  se ha vuelto un escándalo por la noche», sobre todo en las calles Beatas, Comedias, Nosquera, Victoria y plaza Mitjana.

«A las 4 de la madrugada, la gente sale de los pub, que tienen que cerrar a esa hora, y hace cola a las puertas de las discotecas, que se clausuran más tarde».

«El Consistorio puede hacer más»

Dolores Acosta, de Málaga Contra el Ruido, insta al Ayuntamiento a crear una patrulla verde de la Policía Local que evité que la gente haga ruido por las noches en la calle. «Eso también lo establece la ley. El Consistorio puede hacer más cosas, además de un botellódromo en el paseo de los Curas, que, por otra parte, sí ha resuelto los ruidos en La Merced».

El ‘botellódromo’

12.200 metros cuadrados mide el espacio reservado para beber.

10 urinarios públicos portátiles se colocan en este área de bebida.

40 policías locales integran el dispositivo de seguridad en la zona.

50 papeleras de cartón se instalan para que los jóvenes dejen allí las botellas vacías.

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