El Ayuntamiento de Valencia planea poner cepos en los coches de aquellos que acumulen un excesivo número de multas (aún por determinar) sin pagar, según han confirmado desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana.

Con esta medida pretenden matar dos pájaros de un tiro: por un lado, agilizar el cobro de sanciones pendientes y, por otro, mejorar la fluidez del tráfico en la ciudad.

Como ya contó el concejal de Seguridad, Miquel Domínguez, a 20 minutos, estos cepos también se usarán para inmovilizar aquellos vehículos que obstaculicen la circulación y que no se pueda llevar la grúa.

De esta forma, la idea es que los agentes, una vez sancionen un vehículo mal aparcado, comprueben a través de la PDA o por radio si tiene multas pendientes. En caso de que así sea, pondrán el cepo y dejarán un teléfono al que el multado podrá llamar para que vayan a quitárselo.

Antes, deberá pagar las sanciones pendientes y una tasa que equivaldrá al enganche de la grúa. El procedimiento será el mismo si el cepo se aplica a alguien que no tenga multas pendientes.

La modalidad de los cepos ya se usa con éxito en ciudades como Alicante, Sevilla y A Coruña. Desde la Concejalía de Seguridad han explicado que tratarán de incluirlo en la ordenanza de tráfico y vía pública «a finales de este año o principios del que viene».

Podrán requisar monopatines

Otra de las medidas que tratará de incluir la Concejalía de Seguridad en la ordenanza de tráfico a finales año es la prohibición de patinar allí donde haya posibilidad de dañar los monumentos históricos. La intención es que a la segunda multa que se ponga a la misma persona, se le requise el monopatín y que no se le devuelva hasta que no pague.

Según comentó el edil, Miquel Domínguez, «el objetivo es proteger el patrimonio histórico». Actualmente, plazas como la de Manises o La Virgen son tomadas frecuentemente por aficionados al skate. La falta de regulación de esta actividad dificulta la labor de la Policía. Aún así, en lo que va de año han puesto una docena de multas.