Son más cortas, más ágiles, más diversas y más libres: son las webseries, historias creadas y nacidas en y para internet. Desde hoy y hasta el sábado, se celebra la segunda edición del Bilbao Web Fest, el festival dedicado a ellas.

Este certamen ofrece una selección de la mejor producción internacional del momento, con más de 100 títulos de 25 países y varios estrenos mundiales que competirán en las diversas secciones del certamen. Esa es una de las características principales de estas ficciones de bajo presupuesto y alto contenido en talento. "La frontera real de las webseries es el idioma, las fronteras físicas no actúan", explica la coordinadora general del Bilbao Web Fest, Rose of Dolls.

La comedia, el drama, el suspense, el terror, la fantasía, el thriller, la ciencia ficción, el documental y también el falso documental (mockumentary), con argumentos reales o imaginarios, protagonizarán las proyecciones en el Bizkaia Aretoa y otros contenidos que se podrán seguir por internet. Según Dolls, las series web "tienen muchas menos restricciones, generalmente ninguna. Hay una libertad mayor y así lo confirman algunos de los grandes estudios de webseries, que explican que es la forma de dar salida a algunos contenidos que no pueden meter en la tele: escenas sexuales, chistes políticamente incorrectos...".

La participación de los espectadores, "más ansiosos pero menos pasivos" que los de la televisión, es fundamental. Un ejemplo: "La webserie canadiense Out with Dad, sobre dos jóvenes lesbianas, triunfó en países árabes donde la homosexualidad tiene pena de muerte. Y eso fue posible porque los fans de la serie se ofrecieron a subtitularlo en otros idiomas", explica Dolls.

Las webseries tienen su propia estructura, ritmo y contenido y una forma de consumo propios. La principal diferencia con las series de televisión es la duración: son mucho más cortas. Y eso es lo que lleva al resto de diferencias. Rose of Dolls asegura que la media está en unos ocho minutos, aunque hay webseries que duran 10 segundos por capítulo hasta la media hora larga.

La corta duración hace que cambie el ritmo, que es muchísimo más rápido, "no hay espacio para grandes aclaraciones", explica Dolls. El público en internet es "un poco más ansioso y si no le enanchas muy rápido con un simple clic ha desaparecido", hace ver la experta.

Es una audiencia que no espera pasivamente, como en televisión, así que el montaje es mucho más rápido, con planos más cortos. En cuanto a los guiones "hay mucha más frescura, mucha más diversidad, muchos temas que no son interesantes para una cadena de televisión con audiencia muy variada pero que sí tienen un nicho en internet", revela la coordinadora del Bilbao Web Fest.

Las series que se hacen para internet son, en general, mucho más baratas. La falta de presupuesto "lo que hace es agudizar el ingenio, las webseries son la mejor prueba de ello".

El perfil de espectador de una serie web es mixto aunque prevalecen los hombres sobre las mujeres, aunque muy igualados y de entre 15 y 40 años. "No es un fenómeno tan joven como se puede pensar, hay muchas personas de mediana y no tan mediana edad", dice Dolls.

¿Se puede vivir de una webserie? "Es difícil, pero no es imposible", hace ver la coodinadora, que añade que "muchas series se están vendiendo a posteriori, ya sea para adaptación o para plataformas de visionado bajo demanda y no sólo se ha pagado la producción si no que han sacado beneficio de ellas. Es un fenómeno que se ve cada vez más aunque no es la gallina de los huevos de oro".