Siete internos argelinos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona, tres de los cuales han participado en la huelga de hambre para pedir su liberación, han sido deportados "a la hora de comer".

"Nuestra valoración es que el miedo a la deportación ha llevado a que esta huelga haya acabado", ha dicho en declaraciones a los periodistas el abogado y miembro de Tanquem els CIE, Andrés García Berrio.

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha participado en la concentración de este lunes por la tarde, a la que han acudido unas 150 personas para pedir el cierre del centro.

"Estamos aquí porque el Parlament aprobó una resolución pidiendo el cierre del CIE. Dentro hay personas encerradas que no han cometido ningún delito, lo que es una vulneración de los derechos humanos", ha dicho Forcadell.

Fuentes policiales han explicado que las expulsiones se ejecutan tras un proceso planificado, por lo que han desvinculado las deportaciones de la huelga de hambre.

Un total de 40 internos del CIE de Zona Franca en Barcelona, todos ellos de nacionalidad argelina, comenzaron el pasado domingo una huelga de hambre que se ha alargado hasta las 14 horas de este lunes.

Miembros de la Plataforma Tanquem els CIE se han reunido con los internos. La intención de los internos, todos ellos llegados en patera, era continuar con la huelga de hambre hasta que "les pongan en libertad".

El Síndic de Greuges Rafael Ribó ha abierto de oficio una investigación sobre la huelga. El consistorio, por su parte, ha afirmado que dará una orden de precinto para el CIE en los próximos días.