Santiago ha pedido una reunión urgente con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para trasladarle dos grandes problemas: la exención del pago del IBI (impuesto sobre bienes inmuebles), por ser un bien de interés cultural, y la falta de recursos para eliminar el cableado de la zona vieja.

Compostela, junto con el resto de ciudades patrimonio españolas, considera que el impuesto está cuantificado y que sólo es necesaria la voluntad del Ejecutivo de Madrid para que pase a las arcas municipales.

El Ayuntamiento está dispuesto a comprometerse a que la recaudación se destine a la conservación del casco histórico.

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