"Trato de mostrar un desnudo como si ella fuera vestida", la frase pronunciada por Peter Gowland (1916-2010) lo descubre como un observador inteligente, con una sensibilidad cinematográfica y ensoñadora, que es capaz de mostrar la intimidad tras un envoltorio sedoso, tan atractivo que invita a mirar también a través de él.

Comenzó a retratar a mujeres jóvenes en la ciudad de Los Ángeles y sus alrededores en el año 1946, cuando California alardeaba de su mística playera en tiempos de posguerra. Sus modelos venían de estudios de cine, agencias y concursos de belleza que fotografiaba en el estudio o en las playas de Malibú. Pronto se hizo famoso por crear imágenes de ligereza elegante, en apariencia tan naturales que parecían irrumpir en la intimidad, rebosantes de alegría de vivir.

La editorial alemana Kehrer Verlag conmemora los 100 años del nacimiento del autor con el libro Peter Gowland's Girls (Las chicas de Peter Gowland), una recopilación de casi 200 trabajos entre los que hay retratos de Joan Collins y Jayne Mansfield, encargos para las revistas Playboy y Rolling Stone y fotos para calendarios de los años cuarenta a los setenta. El tomo bilingüe en inglés y alemán acompaña además a la exposición del mismo título que alberga hasta el 29 de enero el museo de fotografía Zephyr en la ciudad de Mannheim (Alemania).

Los editores inciden en que, hasta ahora, no ha existido "una publicación adecuada" ni una "gran exposición" sobre la obra fotográfica del autor "a pesar de que sus fotos fueran tan codiciadas" por las muchas revistas que competían por tener una de aquellas imágenes en portada.

Una de las características más llamativas de Gowland es la atemporalidad, que lograba persiguiendo siempre la sencillez. "La modelo de pin-up se distingue de la de moda en que tiene un aspecto redondeado, no necesariamente menos delicado, pero no anguloso. Ella, y no el producto, es la estrella de las fotos", declaraba en 1962, al tiempo que destacaba la importancia de escoger prendas "lo más sencillas posibles" para que las fotos no se quedaran "anticuadas".

El enfoque creativo evolucionó en trabajos cada vez más elaborados y en el transcurso de los años dejó de ser considerado un simple fotógrafo de chicas atrevidas. Como indicativo, el cambio de perspectiva que demostró el periódico The New York Times, que pasó de catalogarlo como "el fotógrafo de pin-ups número uno de los Estados Unidos" a, ya avanzada su carrera, situar aquellas imágenes "en algún lugar entre la excitación y el arte", confesando por fin la calidad creativa del autor.