Las 250 piezas expuestas, que ya están de camino hacia Palma, fueron creadas por Joan Miró íntegramente en Mallorca, en el periodo comprendido entre 1956 y 1981, en los talleres de Sert y Son Boter.

La exposición también ha contado con la recreación a pequeña escala del taller del artista que se puede visitar en la Fundación.

Esta selección de pintura, escultura, obra gráfica, dibujo y objetos relacionados con la cultura popular ha permitido, explican desde la fundación, "conocer la fecundidad creadora del artista sus últimos 30 años de vida, en su afán para explorar diferentes técnicas".

Según aseguran, suponen un recorrido significativo por "la etapa más experimental y transgresora" del artista, que ha mostrado "diferentes influencias": "La identidad, las raíces antiarte de los movimientos dadá y surrealista, el expresionismo abstracto americano y el arte oriental".