El alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ha comparado a su partido con un reino de taifas en el que los barones marcan el rumbo, una táctica ante la que ha preferido rebelarse para obrar "en conciencia" y estar al lado de los afiliados, y ha cargado contra los "paños calientes" que está poniendo la Gestora en el caso Gürtel en lo que ha considerado una "puñalada trapera" a los socialistas.

Así de contundente se ha expresado el alcalde de Valladolid en una entrevista publicada este domingo por el ABC en la que el regidor vallisoletano recomienda al presidente de la gestora, Javier Fernández, que se mire al espejo "si puede" convencido de que lo que están haciendo es "indecente".

"¿Cómo no voy a ser duro?", se reafirma Puente, quien apela a su libertad para poder realizar este tipo de declaraciones ya que, según ha recordado, no lleva 20 años viviendo de la política, frente a otros dirigentes a los que ha acusado de haberse hecho su foto en el actual viaje de los socialistas e, incluso, de hacer de "agentes dobles".

Puente, que se ha comparado con Josep Borrell en su cambio de opinión respecto a la conveniencia, primero, de una abstención del PSOE para dar el Gobierno al PP que ha rechazado tajantemente después, ha cargado contra los barones, a los que llega a calificar de "absolutos irresponsables", por callar en su día en el Comité Federal en el que se dio el visto bueno al "no es no" que defendió el exsecretario general, Pedro Sánchez, hasta el final de su mandato.

En su opinión, el objetivo era "cargarse" a Sánchez y dejarle sin salida tras darse cuenta de que "no era el chico de los recados que habían soñado".

Preguntado por el silencio de la presidenta andaluza, Susana Díaz, respecto a la abstención de los socialistas, Puente no duda en afirmar que forma parte de la trayectoria de la andaluza de la que se confiesa "antagonista en las formas". "Ella está en su táctica permanente, calla cuando le interesa, habla cuando le conviene", asegura el regidor vallisoletano, quien diferencia esa forma de actuar de la que ha usado él al decir lo que quería.

"Quería ser alcalde de Valladolid y lo he peleado con uñas y dientes. Esto de callarse ahora y dejar que otros hagan el trabajo sucio no va conmigo", ha espetado Puente, quien, preguntado por su proyección en los medios de comunicación en ese rechazo a la estrategia del PSOE nacional y esa defensa de la consulta la militancia, aclara que no tiene ambiciones ya que con la Alcaldía de su ciudad ha llegado su tope.

DERIVA CORTOPLACISTA

Puente es tajante al advertir además de que la deriva "cortoplacista" del PSOE puede derivar en una fuga de militantes que, en su opinión, no es mayor porque tienen la "ventaja táctica" de que Podemos está en manos de Pablo Iglesias al que los socialistas "no pueden ver, ni a él ni a su estrategia".

Dicho esto, añade, que otra cosa distinta sería si la formación morada adopta una línea más moderada y se imponen las tesis del número dos, Íñigo Errejón. "Nos sustituyen en un par de años. Lo tengo clarísimo", ha vaticinado.

En cuanto a la estrategia que seguirá el dimitido Pedro Sánchez, considera que si hay primarias en el corto plazo las ganaría "de calle", una posibilidad que ve más difícil a medio y a largo plazo, por lo que augura que se van a dilatar los plazos. "Vamos a tener gestora hasta que le venga bien a Susana Díez", añade.

Por último y preguntado por la posición de la vallisoletana Soraya Rodríguez a favor de la abstención de los socialistas, el alcalde de Valladolid no ha dudado al afirmar que la diputada se vio descabalgada y está ahora "en su clave de supervivencia cortoplacista".