El departamento de recursos humanos de Osakidetza ofreció unos incrementos salariales para todo el personal de entre el 12 y el 18%, que fueron rechazados. «Han introducido un cambio en el desarrollo de la carrera profesional, pero el resto es el mismo», lamentó Pilar Ortega, de CC OO. La nueva reunión, y última según Osakidetza, se ha convocado para el próximo miércoles.

Además de la subida salarial, el Servicio Vasco de Salud puso sobre la mesa otro tipo de propuestas que tampoco fueron vistas con buenos ojos por las centrales. Entre ellas, la inclusión del personal en formación (MIR y enfermeras residentes) en el acuerdo, derecho a la carrera profesional también para las categorías no sanitarias, facilitar medios para crear guarderías en los centros, reducción del trabajo a turnos, retribución de la antigüedad según la última categoría o el incremento de plantilla.

Los trabajadores, sin embargo, consideran que «siguen sin concretar nada» y anuncian movilizaciones. Para empezar, antes incluso de reunirse de nuevo el miércoles, ya han convocado concentraciones en todos los centros el 17 de octubre. Mientras, la población se pregunta si este conflicto no puede derivar en paros que afecten a los pacientes.

¿Posición inmovilista?

El consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Gabriel Inclán, criticó ayer la actitud de los sindicatos a la hora de negociar el acuerdo laboral para los próximos tres años. Inclán consideró de «absolutamente inmovilista» la postura de las centrales y señaló que «lo importante es llegar a un acuerdo». El consejero destacó el esfuerzo de Osakidetza por presentar nuevas propuestas y unas mejoras que alcanzan los 47 millones de euros.

«Hemos puesto mucho esfuerzo, ganas y dinero por llegar a acuerdos», dijo. Sin embargo, no parece que los sindicatos vean reflejado este esfuerzo en las propuestas, ya que creen que «siguen siendo muy ambiguas».