Así lo ha señalado este jueves el secretario general de Comisiones Obreras en La Rioja, Jorge Ruano, quien, acompañado por el secretario de CCOO Industria, Rodrigo Alfaro, y Marisa, una de las antiguas empleadas de la empresa, ha abordado en rueda de prensa la situación de la firma.

Una situación que, como ha recordado Ruano, pasa por haber entrado en concurso de acreedores el pasado mes de febrero, para luego anunciarse su cierre abril pasado y que cuenta con 68 ex-trabajadores a los que aún se deben parte de sus nóminas. Otra parte de esta deuda a los empleados, que llegaron a tener pendientes 10 salarios, ha sido abonada por el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

La deuda total de la firma, de la que los responsables sindicales no conocen el montante, sí incluye pagos a Seguridad Social, a Hacienda y a los diferentes proveedores. Queda resolver la calificación del concurso, algo que se hará en una vista en el Juzgado de lo Mercantil número 6, prevista para el próximo día 18, a las 10 horas.

La petición en la que coinciden administrador y fiscalía implica directamente al responsable último de la firma, el empresario José Ignacio Achiaga, para el que también se pide inhabilitación por cinco años como administrador de bienes ajenos.

"Si se califica el concurso como culpable -ha dicho Ruano- será un hito importante, por el número de trabajadores y porque es una empresa con mucha historia en la comunidad. Si se declara culpable, el administrador deberá responder de las dudas. Solamente se han dado dos casos en La Rioja, éste y otro anterior".

Ha cargado especialmente contra Achiaga, "un señor que pertenece a consejos de administración de más de una veintena de empresas, la mayoría riojanas", y del que, como ha dicho, "se ha probado en inspecciones de la Agencia Tributaria en el proceso de concurso que había una contabilidad opacas sin declarar, si la multa que tiene que pagar por lo no declarado es un millón, no acertamos a saber cuánto era la facturación en B".

"No puede ser que por la mala gestión de empresas por unos pocos, muchas de ellas con fraude, se haya llegado a la pérdida de empleo y a tener que soportar en empresas pequeñas la situación de insolvencia de firmas grandes. O que, entre todos, con dinero público del Fogasa, se haya tenido que pagar lo que se debía a los trabajadores", ha subrayadi Jorge Ruano.

Por su parte, Rodrigo Alfaro ha recordado que Defitex, o Lanas Stop, como era más conocida, era una empresa de capital riojano, con más de 50 años de trabajo, hasta que, en 2014, comenzaron los problemas "con un descuelgue de convenio para bajar los salarios", una situación que acabó sin acuerdo con los trabajadores, lo que llevó a movilizaciones por un plan de viabilidad.

Este "supuesto" plan de viabilidad se llegó a presentar "pero dos días después, el 28 de abril de 2015, concretamente, "se anunció el cierre de la empresa". Marisa, por su parte, ha explicado que se presentaron alegaciones al concurso de acreedores "por facturación no declarada", una situación finalmente denunciada ante la Agencia Tributaria.

"Es indignante que, por toda esta mala gestión, haya habido trabajadores, que llevábamos hasta 40 años en la empresa, que nos hayamos visto sin empleo y sin nada, en la calle prácticamente al final de nuestra vida laboral, dejándonos en situación precaria ante una futura jubilación", ha concluido la extrabajadora de la firma.