Según ha justificado la entidad en un comunicado, las destituciones de Ribas y Escoda se deben producir puesto que son

los responsables de un protocolo contra el acoso escolar, "que no se ha cumplido en el colegio Anselm Turmeda en el caso del acoso y agresión a la niña de ocho años".

La FNCB indica que, independientemente de que el centro deberá responder por los daños y perjuicios causados, la directiva y los profesores responsables de la vigilancia del patio deben ser destituidos también.

"Después de siete días se ha demostrado la nefasta gestión ante un caso que va aumentando de gravedad a medida que avanza la investigación. No es una agresión puntual sino una situación de acoso escolar, tal como reconocen otros padres del centro y la propia familia afectada a través de las denuncias y quejas previas a la paliza que casi deja sin vida a la menor", señala el comunicado.

En este sentido, la FNCB critica que tras una semana lo único que haya recibido la familia son unas declaraciones del conseller de Educación, cinco días después, "respaldando a los profesores del centro y negando las quejas previas de la familia afectada".

"Los agresores siguen en el colegio denunciado y la familia sólo ha recibido el apoyo de las asociaciones cívicas Hazte Oír y Prou quienes llevan recogidas más de 4.000 firmas solicitando la dimisión de la directiva del centro", explican.

Según el presidente de la FNCB, Jorge Campos, al haberse hecho

pública esta agresión "se ha destapado el mal funcionamiento de la Conselleria de Martí March, quien está intentando ocultarlo desesperadamente".

En este sentido, ha asegurado que el conseller "está pagando el peaje que supone haber tenido que colocar en puestos de responsabilidad a personas cuyos méritos son haber protestado contra la política educativa de la pasada legislatura", concluye Campos.