El origen de este nuevo triduo en la capital se debe a que un grupo de peruanos ya llevaban tiempo reuniéndose para rendir homenaje al Señor Jesucristo, en su advocación del Señor de los Milagros, patrón de los peruanos. La devoción fue creciendo, pero faltaba un lugar de culto para venerar su imagen y, como explican sus devotos, "darle gracias no sólo los peruanos sino también los fieles de Zamora que empezaban a rendirle homenaje".

Por ello, dicen, "qué mejor lugar que al lado de la patrona de Zamora como es la Virgen de la Concha". Se lo comentaron al párroco de San Juan y San Vicente, Narciso Jesús Lorenzo, que estuvo de acuerdo con la idea, y "gracias a su apoyo podemos decir que nuestro patrón está en un lugar privilegiado al lado de su Madre", colocado en un lucillo del templo, se felicitan los fieles.

El lienzo que se solicitó es una copia exacta de la imagen que se encuentra en la iglesia de las Nazarenas en Lima, gracias a la colaboración de todos los fieles devotos del Señor de los Milagros.

Fue colocada el pasado 11 de junio en la iglesia de San Vicente "y desde entonces cada segundo domingo de cada mes celebramos una Misa en honor al Señor de los Milagros". En cuanto a la fecha del triduo, "creímos conveniente realizarlo a finales de mes por ser una de las fechas principales en las que se saca en procesión en Lima", explican.

HISTORIA DE UNA DEVOCIÓN

El Señor de los Milagros de las Nazarenas, más comúnmente llamado 'Señor de los Milagros', es una imagen de Jesucristo originalmente pintada en una pared de adobe, ubicada tras el Altar Mayor del santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú) y muy venerada en Lima y otros lugares del mundo.

Cuenta la historia que la imagen fue pintada durante el siglo XVII por un esclavo de Angola. Posteriormente fueron añadidas las imágenes de Dios Padre, la Virgen María y María Magdalena. También se lo conoce como Cristo Moreno o Cristo de Pachacamilla. Su carácter milagroso se sustenta en que la imagen ha sobrevivido a desastres naturales como terremotos y maremotos, y a intentos de borrarla. Al pasar de los años sigue intacta la pared de adobe.

En 1687, con ocasión de un gran terremoto en Lima, se hizo una copia al óleo de la imagen y fue llevada en procesión por las calles de la ciudad implorando al Cristo Crucificado para que apaciguara la ira de la naturaleza. Desde aquel entonces se estableció que en los días 18 y 19, y posteriormente el 28 de octubre, tendría lugar la procesión del Señor de los Milagros.

El mes de octubre mueve a millones de fieles en procesión, vestidos de túnica morada tratando de emular a las hermanas nazarenas, llevando "detentes" como símbolo de adhesión y devoción al Señor. La procesión parte del Convento de Las Nazarenas se desplazan por diversos lugares, durando varios días, hasta retornar a su punto de partida.

En 2005, la Santa Sede decidió, en coordinación con el Arzobispado de Lima, designar al Señor de los Milagros como Patrón de los peruanos residentes e inmigrantes.