El Cuerpo Nacional de la Policía ha dicho de que Andreas G., que fue condenado por estos hechos a 15 años de prisión, está considerado por la autoridades germanas como "extremadamente peligroso" y será puesto a disposición del juzgado central de instrucción, en funciones de guardia, de la Audiencia Nacional de Madrid, para su posible extradición.

Según las citadas fuentes policiales, el atraco se produjo el pasado mes de julio en una caja de ahorros de la localidad alemana de Aachen, y Andreas G. participó junto con otras dos personas. Para cometer el atraco con secuestro, utilizó una pistola y amenazó durante 15 horas a las personas que se encontraban en el interior de la oficina, al tiempo que obligó a un empleado a que le abriera la caja fuerte y le entregase todo el dinero.

Se hizo con un botín de cerca de 17.000 euros y luego consiguió darse a la fuga en una bicicleta de montaña por calles peatonales adyacentes. En un lugar acordado entregó el dinero oculto en una bolsa de plástico a una de sus cómplices, mientras que él se deshacía de la bicicleta, sus ropas y la pistola.

Con posterioridad fue recogido por otra tercera persona en una gasolinera para después fugarse los tres a Holanda en un coche previamente alquilado, mientras que se les perdió la pista en la estación de ferrocarril de Kerkrade (Holanda). La policía alemana se puso en contacto con las fuerzas de seguridad españolas el pasado septiembre y aportaron una fotografía del buscado, así como otra instantánea de un paraje de la provincia de Alicante donde podría estar escondido.

Las labores de los investigadores concretaron que las vistas que se veían en la foto podrían corresponderse con Torrevieja, por lo que centraron toda la investigación en esa localidad, hasta que finalmente fue detenido ayer en las inmediaciones de una vivienda donde residía.

Por otro lado, también ayer se arrestó en la ciudad de Alicante al ciudadano argentino Jorge Alberto G., de 22 años, reclamado por las autoridades de su país por, junto a tres hombres, golpear a un taxista de Olavaria (Argentina) para robarle la recaudación y el equipo de audio del coche, en agosto de 2003. Por estos hechos fueron detenidos por la policía de aquella ciudad y juzgados más tarde, pero Jorge Alberto G. aprovechó un permiso carcelario el 21 de mayo de 2005 para huir.