Una hucha para el ladrillo

Cuenta vivienda. Permite deducirse el 15% de los ahorros destinados a la compra de una casa, siempre que ésta se haga en un plazo de cuatro años. Conoce sus ventajas y desventajas.
El cliente es libre de de cambiar su cuenta vivienda a otro banco, mientras el plazo de vigencia conjunto no supere los cuatro años. (Esteban).
El cliente es libre de de cambiar su cuenta vivienda a otro banco, mientras el plazo de vigencia conjunto no supere los cuatro años. (Esteban).
Sebastian
El cliente es libre de de cambiar su cuenta vivienda a otro banco, mientras el plazo de vigencia conjunto no supere los cuatro años. (Esteban).

Ahorrar, ahorrar y ahorrar. Ésta es la única receta válida para que quien esté pensando en comprarse una casa pueda conseguirlo. Para ayudarles en ese empeño existen las cuentas vivienda, una fórmula de ahorro que permite a su titular beneficiarse de deducciones fiscales, siempre que invierta ese dinero en la compra de su primera casa, que vaya a convertirse en su vivienda habitual, y que efectúe la compra en un plazo máximo de cuatro años desde el momento de la apertura de la cuenta.

Para poner en funcionamiento una cuenta de este tipo, las entidades bancarias no suelen exigir un monto mínimo de apertura, así que se puede empezar con muy poco dinero.

Los bancos no cobran, normalmente, costes de mantenimiento, ya que los movimientos de dinero en una cuenta de ahorro vivienda suelen ser muy escasos y, por tanto, la entidad bancaria tiene pocos gastos con ellas. Ésta es también la razón de que los intereses de este tipo de cuentas se sitúen en torno al 3%, una cifra que supera a los obtenidos con una cuenta de ahorro tradicional.

Más de 9.000 € al año

Sin embargo, si por algo se caracterizan estas cuentas, es porque permiten a su titular –o titulares, en el caso de que hagan declaraciones separadas– beneficiarse de una deducción en el IRPF del 15% de los importes ingresados durante el año fiscal, hasta el límite de 9.015,18 euros por cada año durante los cuatro años de existencia de la cuenta. El ahorro máximo puede llegar, por tanto, a los 1.352,28 euros anuales.

El cliente podrá, sin embargo, cambiar de una cuenta vivienda a otra sin que exista ninguna incidencia fiscal. Así, podrá beneficiarse de nuevos productos más rentables que pudieran aparecer mientras tanto en el mercado.

Eso sí, para poder beneficiarse de estas ventajas hay que cumplir una serie de requisitos. El dinero ingresado deberá destinarse exclusivamente a la compra de una vivienda habitual (o de un terreno, siempre que se construya una casa en él) en un plazo máximo de cuatro años. Si transcurre ese tiempo y el titular de la cuenta no efectúa la compra, tendrá que devolver a Hacienda todo el dinero obtenido con las desgravaciones más los intereses generados en ese periodo.

LA CARA Y LA CRUZ

Elena Carrascosa. Periodista, 26 años.

"Cuando el precio de los pisos comenzó a desorbitarse, mis padres me aconsejaron abrir una cuenta vivienda. El hecho de tener un plazo de cuatro años me motivó para ahorrar mes a mes. Esta joven, que acaba de comprarse una casa, tiene claro que la cuenta ha sido vital para ella: «De otro modo, no habría tenido posibilidad de acceder a una vivienda".

Nuria Arrieta. Economista, 39 años.

"Durante dos años aporté el máximo desgravable; es decir, 9.015 euros cada año. En este tercer año es cuando he tenido claro que no puedo comprar yo sola en Madrid, tal como están los precios, las subidas del euríbor... así que he dejado de hacer aportaciones a la cuenta. Ahora me toca devolver a Hacienda lo que me desgravé, algo más de 2.600 euros, más los intereses".

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