Las descargas de carbón se detendrán en cuanto suene la sirena que ayer instalaron los operarios del Puerto en el muelle del Centenario. La alarma sonora forma parte de un sistema tecnológico que incluye un panel informativo, un anemómetro –medidor de la velocidad del viento– y una cámara de vídeo. Su objetivo es informar a los trabajadores en tiempo real de las condiciones meteorológicas durante las descargas de mineral.
Comenzará a funcionar en breve y si el viento supera el límite marcado por la normativa medioambiental (50 km/h), la sirena sonará y habrá que interrumpir los trabajos.
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