El joven que en 2005 arrojó a las vías del metro a Miriam Alonso, quien perdió una pierna al ser arrollada por el convoy, fue condenado ayer a once años de internamiento en un psiquiátrico penintenciario y a pagar una indemnización de 650.000 euros. El juez de la Audiencia Provincial ha absuelto a Jorge Ramos del delito de intento de asesinato, al aplicarle el atenuante de enajenación mental a causa de su esquizofrenia.

«Me parece un poquito fuerte que sólo le hayan impuesto once años con la enfermedad que tiene y lo peligroso que es, porque me intentó matar», aseguró ayer Miriam, cuyo abogado reclamaba veinte años de cárcel. Recordó que ella está condenada «para siempre» e insistió en que en nuestro país «hay injusticia», porque «se trata peor a los que no hemos hecho nada que a los culpables».

«Limosna» en vez de paga

La joven se quejó además de que al abandonar el hospital sintió que había «desaparecido del mapa», ya que nunca recibió algunas de las ayudas prometidas por el Gobierno regional y Metro de Madrid, como una vivienda adaptada. También arremetió contra la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, que se comprometió a que iba a recibir una paga digna. «Si ella llama paga digna a dar una limosna de 466 euros, que sea valiente, venga y me lo explique a la cara» retó, indignada.

El suceso ocurrió el 4 de octubre de 2005, en la estación de metro de Carabanchel, cuando Miriam esperaba la llegada del tren. Jorge empujó a Miriam a las vías y salió corriendo. A la joven le amputaron una pierna. Su agresor declaró durante el juicio que se creía el hijo de Dios y que tenía que matar a una persona para salvar al mundo. Unos

días antes de la agresión había dejado el tratamiento para su enfermedad.