Sobrevive a dos brutales ataques de una osa grizzly en Montana y lo cuenta en Facebook

  • Todd Orr, de 50 años narra la terrible experiencia que vivió con el animal y su cría.
  • Tuvo que caminar varios kilómetros ensangrentado y con heridas en cabeza y brazos.
  • Los osos grizzly son rápidos y muy peligrosos cuando se sienten atacados.
  • Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, le da un me gusta a su vídeo en la red social.
Todd Orr, sobrevivió a dos ataques de una osa grizzly en Montana.
Todd Orr, sobrevivió a dos ataques de una osa grizzly en Montana.
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Todd Orr, sobrevivió a dos ataques de una osa grizzly en Montana.

"Hola a todos, pensé que debería compartir con todos el ataque de un grizzly". Así comienza Todd Orr, un estadounidense de 50 años su relato sobre cómo sobrevivió a un ataque de un oso grizzly cuando hacía senderismo en Montana.

Orr explica que salió en busca de Alces, pero a sabiendas de que en esa parte de Montana había osos, iba gritando cada pocos metros "hola oso" para no pillarles precisamente por sorpresa.

El superviviente, que ha grabado un vídeo con todas las heridas en cabeza y brazos, explica que se encontró enseguida con la osa grizzly con sus oseznos. Que intentó hacerle ver que era un humano, pero que se le abalanzó y que rodaron y le agredió con todas las extremidades y la cabeza.

Derribado en el suelo, la osa comenzó a pegarle mordiscos. Fueron unos dos minutos que al senderista le parecieron "una eternidad". De repente, ella, la osa, desapareció. Aturdido, Orr constató que seguía con vida e inició su camino de regreso, ladera abajo.

Cuando pensaba que se había deshecho de la osa, de repente volvió a aparecer. "Había sobrevivido a un ataque pero tuve dudas de que podría sobrevivir a un segundo". El hombre explica que la osa le cogió por la espalda y que siguió propinándole golpes y bocados. Uno de los mordiscos le alcanzó el cuello, sajándole la arteria.

"De repente se detuvo y se quedó encima de mí. Nunca se me olvidará ese breve momento. Un silencio de muerte excepto por el sonido de su respiración pesada y su olor. Podía sentir su respiración y en la parte posterior del cuello, a sólo centímetros de distancia. Podía sentir sus garras delanteras clavándose en mi espalda, donde ella se encontraba. Podía oler el olor terrible que emite. Durante treinta segundos se quedó allí y me aplastaba. Mi pecho se estrelló contra el suelo y la frente en el suelo. No me moví. Y entonces ella se había ido", prosigue en su relato.

Encontró entonces a un hombre en un vehículo y le pidió que le llevara. No podía mover el brazo izquierdo. Cuenta que de camino al hospital llamó a su novia para contarle lo que había ocurrido. Y pedirle que le llevara ropa al hospital. Allí estuvieron ocho horas cosiéndole las heridas. "No fue mi mejor día", se despide, pero "creí que debía compartirlo con todos ustedes". El vídeo y las fotografías las ha colgado en Facebook, donde hasta Mark Zuckerberg le ha dado un "me gusta".

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