El barrio del Realejo se blinda ante la llegada de los primeros 'botellones'

  • La Policía vigilará especialmente esta zona donde el jueves hay previstas cuatro fiestas.
  • Las calles se llenan de novatos y veteranos en las llamadas fiestas de las borregadas.

Importa poco que el tiempo no acompañe, el curso ha llegado y con ellos la carne fresca de los borregos (alumnos de primero de la Universidad).

La fiesta de los novatos se ha convertido en el pistoletazo de salida para la celebración de botellones y barriles (fiestas universitarias en bares), que tienen como punto neurálgico el barrio del Realejo. «No sabemos por qué han elegido esta zona, quizá por la presencia de residencias, por la fama del Campo del Príncipe o porque hay algunos bares especializados en estas fiestas», comenta Carmen Nestares, presidenta de la Asociación de Vecinos del Realejo.

La razón es lo de menos para los vecinos, que tienen que comprobar todos los inicios de curso cómo sus calles se llenan de grupos de novatos disfrazados que cantan y bailan a las órdenes de los alumnos veteranos.

Esta procesión de estudiantes, además, se mezcla con los barriles en los bares para celebrar el inicio del curso. «La verdad es que ya no se ven tantas botellas en bolsas, ahora acuden al local de moda y se ponen a beber en la puerta. La aglomeración _ -comenta Nestares- es la misma que con los botellones y sus consecuencias, parecidas». Gritos, suciedad, problemas con el tráfico... pero sin botellas compradas en el supermercado. La Ley sólo permite que se haga en el botellódromo y los estudiantes lo saben. Sin embargo, entre semana pocos acuden a este lugar.

La Policía poco puede hacer si los jóvenes no están bebiendo y por eso «la táctica», según los agentes, «es ir pidiéndoles que abandonen el sitio, indicarles que no pueden salir con las copas fuera... En fin, mucha paciencia y disuasión».

La lluvia y la presencia de la Policía impidió ayer una aglomeración masiva en la zona. «El bar de los barriles, además», según los agentes, «estaba cerrado». Hoy, la situación puede complicarse, ya que hay cuatro barriles convocados en la zona (tres en el conocido bar de las barriladas) y un cuarto cercano a la plaza Isabel La Católica.

La Policía tiene órdenes de vigilar estos locales para comprobar que no se sobrepasa el aforo y que todo está en regla. Esto, en el Realejo, porque varios bares de Pedro Antonio de Alarcón también tienen organizadas fiestas, junto con uno de los locales cercano al botellódromo. Granada está en alerta roja botellonera.

Las fiestas de los novatos no es más que el entrenamiento para San Lucas, patrón de Medicina. El día 19 los estudiantes saldrán de su centro para recorrer la ciudad y llegar a Derecho a sacar a sus compañeros de clase. El decano de Medicina ha solicitado a sus alumnos que se marchen al botellódromo para evitar molestias al resto de los ciudadanos. «La fiesta de las borregadas se hace en el centro, una vez que salen, la Universidad no tiene potestad»

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