Un total de cuatro personas fueron detenidas ayer, acusadas de formar parte de una red de distribución de cocaína que operaba en la zona del gran Bilbao, según informó el Departamento vasco de Interior.

Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la tarde del pasado jueves, cuando los agentes procedieron a la detención de cuatro personas que formaban parte de esta red, y que tenían alquilada una lonja en Etxebarri, donde contaban con toda la infraestructura necesaria para realizar el corte de la cocaína, como una prensa, moldes para la formación de 'ladrillos' con la cocaína una vez cortada, una báscula de precisión, envoltorios de plástico y restos de hachís y cocaína de gran pureza.

Tras varios seguimientos e investigaciones realizadas durante el pasado mes de agosto, los agentes adscritos a la unidad de investigación contra el tráfico de drogas de la Ertzain-etxea de Bilbao centraron sus pesquisas en torno a cuatro personas que, sin empleo conocido, poseían un poder adquisitivo alto.

Como consecuencia de la investigación, el pasado jueves, los agentes procedieron a intervenir e interceptar a los sospechosos y se comprobó que el identificado posteriormente como V.P.P. de 35 años, vecino de Bermeo, se dirigió a casa de S.V.P., de 35 años y vecino de Etxebarri, portando una bolsa de basura.

Media hora después se acercaron a la vivienda A.J.G., de 27 años, vecino de Mungia, y J.M.U., de 31 años y vecino de Etxebarri, que salieron poco después del domicilio portando una mochila. Tras proceder a la interceptación de las cuatro personas, se comprobó que la bolsa de basura, que fue localizada en la mochila de A.J.G., contenía tres kilos de sustancia de corte.

Los agentes procedieron también al registro de las viviendas de los arrestados y a la entrada y registro, con orden judicial, de una lonja que tenían alquilada en la localidad de Etxebarri, donde se comprobó que los arrestados poseían toda la infraestructura necesaria para llevar a cabo el corte de la droga.

Por otro lado en el registro de las viviendas de los arrestados, los agentes se incautaron de más de 30.000 euros, básculas de precisión, libretas con anotaciones sobre supuestos compradores, así como una pistola con su munición.

A partir de ahí, la investigación se mantuvo abierta para comprobar la posible implicación en la trama de otras personas, extremo éste que quedó finalmente descartado.