El presidente de la Fundació la Caixa, Isidre Fainé, destacó ayer que el proyecto colabora en la «formación de jóvenes, la promoción del civismo y la convivencia». La entidad destina 540.0001 en tres años a este servicio.

Hacia Barcelona

El alcalde de L’Hospitalet, Celestino Corbacho, confía que estas aulas de acogida de los escolares se extiendan a más barrios de la ciudad.

De hecho, la Caixa negocia con el Ajuntament de Barcelona para ampliar próximamente esta iniciativa a la capital catalana (en Madrid, ya se lleva a cabo en una escuela por distrito). También se prevé hacer lo mismo en Badalona.

Henried juega a fútbol y Génesis hace un queso

Informática, cocina o deportes, asignaturas tras el horario escolar. El fútbol y la informática son las dos actividades que más motivan a Henried, una niña de 10 años. Cada tarde va a la Associació Educativa Itaca, en L’Hospitalet, cuando su escuela cierra y en casa no hay nadie.

Génesis, de 11 años, prefiere el taller quincenal de cocina: «Elaboramos pan, quesos...». Su amiga Celina (9 años) opta por el balón.

Míriam García (24 años) es pedagoga y en su grupo, con niños de los primeros cursos de Primaria, cada día se destina a una actividad distinta: talleres de cocina o manualidades (lunes), informática (martes), película (miércoles) y deportes (jueves). Los viernes son libres.

La educadora destaca que en el centro se integran niños de todo tipo de procedencias, que quizá afuera ni siquiera se relacionarían.

Los servicios sociales evalúan primero qué niños tienen más necesidades: las plazas son limitadas. Los padres deben recogerlos antes de las 8 de la tarde. Eso sí, con la tranquilidad que han estado a buen recaudo.