Aunque inicialmente la Fiscalía reclamaba una pena de seis años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, finalmente ha rebajado su petición de pena hasta los dos años y ocho meses al tener en cuenta los atenuantes de reparación del daño, dependencia del alcohol y trastorno mental.

De hecho, durante casi el año que lleva en prisión preventiva, S.V.F. ya ha abonado 3.500 euros a la víctima en concepto de indemnización. Es por esto por lo que Fiscalía, atendiendo también a la situación económica de la procesada, ha rebajado la indemnización de los 8.000 que inicialmente le reclamaba hasta los 4.000 euros.

Esta rebaja en la pena ha llevado a la acusada a mostrar su conformidad con la pena con lo que se ha evitado la continuidad del juicio previsto previsto para este miércoles en la Audiencia de Jaén.

Además, como pena accesoria, se le ha impuesto ocho años de privación del derecho de acercarse a la víctima y prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio.

La procesada, en su turno de última palabra durante la vista, ha pedido perdón a todas las personas que haya podido perjudicar y ha mostrado su arrepentimiento y deseo de que se le de una oportunidad para volver a estar con sus tres hijos.

"Quiero pedir perdón a todas las personas que haya podido perjudicar u ofender", ha dicho la procesada y ha añadido que en el momento de los hechos no fue "consciente" de lo que estaba haciendo y además "no recuerdo nada". Ha apuntado que durante su estancia en prisión ha superado su adicción al alcohol y "he recuperado mi dignidad como mujer" por lo que su deseo es "una oportunidad para volver con mis tres hijos, que me necesitan".

Los hechos ya sentenciados sucedieron en la noche del 3 de noviembre de 2015 en una vivienda de Segura de la Sierra donde la anciana vivía bajo los cuidados de S.F.V.

La acusada, según el fiscal, accedió al interior del dormitorio de la anciana, que se encontraba durmiendo, y "con la clara intención de quitarle la vida, se colocó sobre ella e intentó asfixiarla con la ropa de cama y posteriormente tapándole la nariz y la boca".

En un momento dado, la anciana pudo liberar la cara y pedir ayuda por lo que acudieron los hijos menores de la acusada que también vivían en la casa. La anciana, según el fiscal, no sufrió lesión alguna como consecuencia de los hechos relatados.