En la denuncia, presentada ante el Servicio Territorial del Juego y de Espectáculos de la Generalitat en Tarragona -a la que ha tenido acceso Europa Press-, la entidad relata que las vaquillas que se utilizaron, más pequeñas que los toros, pasaban entre los barrotes del recinto de protección (cadafal) del público, "suponiendo peligrosidad" para las personas.

La entidad ha adjuntado 24 fotografías de los hechos a la denuncia, presentada el 12 de septiembre, por presunto incumplimiento de la Ley 34/2010 de regulación de las fiestas tradicionales con toros y del Decreto 32/2005 que regula la señalización de las limitaciones en la venta de bebidas alcohólicas.

Cuando las vaquillas entraban en estos recintos -lo que aseguran que ocurrió en repetidas ocasiones-, algunas personas salían a la plaza, un espacio "exclusivo para los participantes, donde estaba suelto el animal".

Además, algunos 'peñistas' "salían al ruedo de la plaza consumiendo cerveza, calimocho y sangría, pudiendo alcanzar el suficiente estado de embriaguez para exponerse al peligro", han observado, poniendo como ejemplo un participante que fue corneado por una de las vaquillas y tuvo que ir al hospital.