Un tribunal tradicional de Sudán del Sur ha reducido el número de vacas que los varones refugiados en las sedes de la ONU en la capital Yuba deben pagar como dote para contraer matrimonio, debido a su precaria situación económica.

"Hemos decidido que el mínimo de la dote para casarse dentro de los centros de protección de la ONU en Yuba sea 15 vacas", explicó un líder de la tribu nuer, Thomas Woul Patheng, cuando lo habitual es un centenar.

Los refugiados también pueden ofrecer como dote el equivalente en dinero a 15 vacas, es decir, 30.000 libras sursudanesas (unos 400 dólares), agregó Patheng, que dirige una de las cortes tradicionales, encargadas de dirimir en cuestiones sobre bodas y disputas familiares en el seno de los clanes.

Tradicionalmente, los varones nuer, como en otras tribus del país, contraen matrimonio con el pago de una dote, que puede superar las 100 vacas, pero la pobreza causada por el conflicto hace imposible este dispendio.

La posesión y crianza de ganado bovino para las tribus de Sudán del Sur es más importante que el dinero, ya que del número de reses depende el prestigio social, riqueza y hasta las posibilidades de contraer matrimonio.

Alrededor de 30.000 civiles, la mayoría pertenecientes a la tribu nuer, se refugiaron en la sede de la misión de la ONU en Yuba, por temor a sus vidas ante los combates en la capital y la violencia étnica.

La guerra civil estalló en diciembre de 2013 después de que el presidente sursudanés, Salva Kiir, de la etnia dinka, denunciara un intento de golpe de Estado por parte de su vicepresidente, Riek Machar, de etnia nuer.

El conflicto ha causado miles de muertos y dos millones de desplazados y ha marcado a este joven Estado, que se independizó de Sudán en 2011 tras un referendo, después de una larga lucha armada de liberación.