Sánchez Solís ha asegurado que "actualmente no hay ninguna sobredimensión de la población reclusa", que ha cifrado en más de 1.750 presos.

Como ejemplo, ha señalado que la prisión Murcia I tiene una capacidad de 500 reclusos y alberga 400, además de que "ahora se están haciendo obras de rehabilitación de determinados módulos de Murcia I, que concluirán el próximo año". "No hay ninguna masificación y las infraestructuras son óptimas", ha defendido.

En este sentido, ha aprovechado para celebrar la labor que realizan los más de 700 empleados públicos en los tres centros de Murcia: Sangonera, Campos del Río y el Centro de Inserción Social Guillermo Miranda.

"Hacen una función importante, ya que trabajan con personas privadas de libertad y tienen que procurar la reeducación e inserción social para que puedan vivir en paz con el resto ciudadanos", ha subrayado, para después calificar de "excelente" el trabajo de estos tres centros.

Así, en el centro penitenciario Murcia II hay talleres productivos de empleo "para procurar la contratación del penado y también se hacen en los programas formativos".

En el caso de Murcia I "hay programas de educación y respeto, que tiene por objeto esa rehabilitación e inserción, la convivencia con el resto de reclusos de cara a su reingreso en la sociedad y programas formativos en todas sus fases, desde la alfabetización hasta la formación universitaria".

Mientras que en el Centro de Inserción Social Guillermo Miranda "tiene el servicio de acompañamiento laboral". Y es que, ha explicado, "hay que tener en cuenta que este servicio tiene la financiación de la UE, que se establece en unos objetivos".

En este sentido, ha destacado que Murcia "ha sido el único que ha alcanzando el 100% de los objetivos marcados por la UE y en 2015 obtuvo la Carta de Calidad".