Hace exactamente cuatro años, cuando Disney compró Lucasfilm por 3.124 millones de euros, la franquicia de Star Wars iniciaba un nuevo camino. El proyecto que comenzó a forjarse era ambicioso: continuar la historia tras El retorno del Jedi con una nueva trilogía —formada por los episodios VII, VIII y IX— y expandir el universo galáctico con tres spin-off.

La primera de las nuevas películas, El despertar de la Fuerza, dirigida por J.J. Abrams, se estrenó en diciembre de 2015 y no decepcionó a los fans. Fue un éxito de crítica y de taquilla.

Ahora, un año después, llegará a los cines el primero de los spin-off, Rogue One: Una historia de Star Wars, que llegará a los cines el 16 de diciembre y narrará la historia de cómo las fuerzas rebeldes robaron al Imperio los planos de la Estrella de la Muerte, acontecimientos situados cronológicamente antes del episodio IV (la primera película de la saga que vio la luz).

En 2017 llegará el episodio VIII, en 2018 veremos el spin-off sobre un joven Han Solo, en 2019 concluirá la nueva trilogía con el episodio IX y en 2020 se estrenará el tercer spin-off, del que todavía no hay información más allá de que se está buscando a un director y ya se ha contratado a un guionista para que escriba un primer libreto (durante un tiempo se dijo que sería una película sobre el cazarrecompensas Boba Fett, pero eso no se ha confirmado oficialmente).

Sin embargo, parece claro que este no será el final del universo cinematográfico de Star Wars. El CEO de Disney, Bob Iger ha revelado que, durante una reunión con los inversores, abordaron el tema de lo que harán con la franquicia de Star Wars hasta 2020 y más allá.

"Me reuní con la productora Kathy Kennedy —Star Wars: El despertar de la fuerza—, revisamon los planes que tenemos de Star Wars hasta 2020 y empezamos a hablar de lo que haremos a partir de 2021", dijo Iger en declaraciones recogidas por The Wrap.

"Keneddy no está haciendo solo una película de Star Wars, está construyendo un universo de Star Wars", añadió el directivo de Disney.