Se encuentran ya en prisión otros dos hombres, acusados de asesinato e intento de homicidio, y cuatro menores a quienes se les ha decretado internamiento.

Centenares de vecinos de Berga esperaron ante la comisaría de los Mossos la salida de los detenidos. Cuando eran trasladados, les abuchearon y tiraron piedras al grito de «asesinos», «pudríos» o «sed valientes, enseñad las caras». Por la noche, unas 500 personas se concentraron, en silencio, en la plaza de Sant Pere para reclamar justicia.

Mossos sin apoyo de la población

El secretario general de Seguretat Pública, Joan Delort, admitió que algunos jóvenes de Berga tienen «un problema» con los Mossos desde su despliegue en 1998 cuando «aparecían pintadas». Se mostró preocupado porque la Policía «no tiene el apoyo de una parte importante de la población». Dos de los detenidos por el crimen habían participado en una manifestación contra los Mossos. La consellera de Interior, Montserrat Tura, aseguró que los Mossos llegaron al lugar de la pelea en nueve minutos y nadie les reclamó.