Los viajes de larga distancia hacia Europa han beneficiado claramente a España este verano, con un aumento del 10% de las entradas de visitantes a nuestro país, frente a una caída general del 0,9% en los meses principales (del 1 de junio al 31 de agosto), que ha afectado en mayor medida a sus principales competidores debilitados por problemas de seguridad y terrorismo.

El informe sobre viajes en Europa este verano —elaborado por ForwardKeys en base a reservas aéreas efectuadas en más de 200.000 agencias en todo el mundo— asegura que frente a los crecimientos de España, Francia registró caídas del 9,6%, Alemania del 4,1%, seguidas de otros mercados destacados como Reino Unido (-1,3%), o Italia (-2,6%).

No obstante, el mayor descenso se registró en Turquía, con un desplome del 26,7%, así como Bélgica, con una caída del 21,4% de las llegadas. La caída general del turismo del 0,9% rompe la tendencia habitual de los últimos cinco años, en los que las llegadas de visitantes al continente habían crecido un 6,2% de media.

Esta caída fue compensada por el crecimiento en otros mercados. Así España creció un 10% y Portugal un 5,2% recibiendo viajeros transferidos de otros países con problemas de seguridad.

También crecieron otros mercados como Irlanda (18,1%), los escandinavos (6,1%), o Rusia (19%) impulsada por viajeros chinos. Polonia también creció un 26,1% por la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.

El pico de crecimiento de las llegadas se registró entre el 25 de junio y el 12 de julio, debido sobre todo a la Eurocopa de Fútbol y al aumento en las reservas al final del Ramadán, que compensaron las mayores disminuciones registradas en julio y agosto en algunos países derivado del tema de seguridad.

De hecho el turismo cayó entre el 16 de julio y el 9 de agosto por los problemas de seguridad en países como Francia (Niza) o Turquía.

Estas tensiones geopolíticas en algunos de los principales países competidores de España han desviado el turismo de forma importante hacia destinos españoles en los últimos años. Los datos del servicio de estudios del BBVA muestran como las pernoctaciones de extranjeros en España han aumentado en 44 millones desde 2010, de los cuales entre un 25 y un 30%, entre unos 11-13 millones de ellas se han debido a las tensiones políticas. Según el servicio de estudios de la entidad las regiones insulares y las del mediterráneo han sido las grandes beneficiadas de este desvío de turistas.

La desfavorable situación económica de Brasil afectó a su demanda de viajes hacia Europa y registró caídas del 14,7%, así como Japón (-18%), Emiratos Arabes (-13%) y China (-3,7%) se mostraron muy sensibles a los temas de seguridad.

El crecimiento de Arabia Saudí (11,7%) fue impulsado por los viajes al sur de Europa, con España como principal alternativa a Turquía. Francia registró menos visitantes canadienses que se trasladaron a Reino Unido y Portugal. India casi redujo a la mitad sus visitas a Turquía, pero se mantuvo estable en los países más frecuentados de Europa, incrementando sus visitas sobre todo a España, Países Bajos y Rusia.

Pese a todo, Francia se mantiene en el Top de los 3 destinos preferidos para los viajeros de América y de África. De hecho en el Norte de África (5,7%) países como Argelia, Marruecos y Túnez incrementaron sus viajes a Francia a pesar de las restricciones económicas que estas zonas mantienen con el país galo.

América mantiene un ritmo constante de crecimiento del 4,6%, impulsado por un incremento de llegadas a España (20,5%) y otros destinos secundarios de Europa Central y del Este. Por su parte, Asia-Pacífico (-2,4%) y Oriente Medio (-1%) registraron descensos debido a la caída en la mayoría de los mercados europeos, como el italiano, el alemán o el británico.