Empieza el gran juicio

Todos los puntos oscuros sobre la muerte de Lady Di, la de su pareja, Dodi Al Fayed, y la del chófer, Henry Paul, tratarán de resolverse durante el juicio que comienza hoy en las cortes británicas y que podría extenderse hasta seis meses, con un coste de unos 14 millones de euros.

La Policía francesa y británica determinó que el accidente del túnel del Alma de París fue debido al estado de embriaguez del chófer, que trataba de despistar a los paparazzi. No hallaron indicios de complot ni de embarazo, para frustración del multimillonario egipcio Mohamed Al Fayed, padre del fallecido Dodi y abanderado de la teoría de la conspiración.

No conforme con el resultado, éste inició una vista en enero de este año que se vio interrumpida en abril, cuando la magistrada Elizabeth Butler-Sloss dimitió al aprobarse la inclusión de un jurado en el proceso.

El jurado que Al Fayed quería

Finalmente hoy se inicia el juicio con jurado que Al Fayed deseaba. Once elegidos, protegidos con guardaespaldas, visitarán en torno al 10 de octubre el lugar de los hechos. Declarará el único superviviente, el guardaespaldas amnésico Trevor Rees-Jones, y la familia Al Fayed quiere que también lo hagan la reina Isabel II, el príncipe Carlos y el duque de Edimburgo, algo que decidirá en breve el juez forense Scott Baker, cuarto magistrado al cargo del proceso.

Por otro lado, la supuesta desaparición de miles de documentos originales relativos a la investigación en París añade más leña al fuego.

Puntos negros

Complot Real: Según una carta de Diana, Carlos planeaba que ella sufriera un accidente para casarse con Camilla.

Chófer borracho: Las investigaciones francesas y británicas aseguran que el chófer, Henri Paul, estaba borracho. Su familia lo niega.

Embarazo: Mohamed Al Fayed sostiene que en el momento de su muerte, Diana de Gales estaba embarazada de su hijo, Dodi, y que iban a casarse.

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